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REAL MADRID

Ancelotti: “Iker Casillas podría jugar algún partido en Liga”

Ancelotti abrió ayer las puertas de Valdebebas a la Prensa. Enseñó cómo trabaja en un entrenamiento y compartió más de una hora de charla en la que se mostró amable.

MadridActualizado a
Ancelotti dialogó ayer con más de 30 periodistas en la sala de prensa tras concluir el entrenamiento del Madrid.
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Horario. Ancelotti pasa casi nueve horas al día en Valdebebas. “Llego a las 09:30h. No me gusta madrugar”, comenta entre risas. Y suele abandonar las instalaciones del Madrid entre las 18:30 y las 19:00h. Tras los entrenamientos se dedica a ver partidos de sus rivales y también los del Madrid, que se los graban con una cámara desde la parte superior del estadio.

Trabajo. La jornada comienza con una reunión con su staff. Ahí ven cuantos jugadores tienen disponibles y, con ese dato, el preparador físico dice qué hay que trabajar y los ejercicios a realizar, en los que siempre hay balón. “Cuando tenemos tres días para entrenar, lo más importantes es la recuperación”, comenta el técnico. Los vídeos de los rivales, salvo que sean encuentros muy importantes, no se los pone a los futbolistas hasta la charla del día del partido, y no duran más de 20 minutos. Las charlas son más tácticas que emocionales y el once lo comunica justo antes de ir al campo. Sólo hace excepciones individuales si va a jugar alguien que no lo hace habitualmente o si un titular va a descansar.

Profesionalidad. Los jugadores pueden desayunar y comer en Valdebebas, pero Carletto lo deja a su elección, aunque considera que la alimentación es “muy importante”. Después de cada entrenamiento, recomienda a su plantilla unos tratamientos de baños de contraste (agua fría y agua caliente). “Todos lo hacen, aunque no es obligatorio. Es una plantilla muy profesional”. Por si alguno falla, los entrenamientos están controlados en tiempo real con un GPS.

Dialogo. “Hablo en castellano. Dicen que me entienden, aunque a veces me piden que repita”, bromeó Ancelotti. A Bale se lo explica Paul Clement en inglés. “Normalmente hablamos en el vestuario. ¿El despacho? Ahí sólo llegan los problemas”, explicó. Aunque es tranquilo, reconoce que se enfada. Cuando esto sucede, utiliza su lengua materna: “¿Cómo voy a hacerlo en castellano? ¡En italiano!”. Además, confesó tres enfados fuertes esta temporada: Rayo Vallecano, Elche y Levante.

Con la plantilla. “Me gusta tener una relación al mismo nivel. Ni por encima, ni por debajo. No soy un sargento de hierro. Pero hay una disciplina y un código interno”.

Concentraciones. Las pactó con los capitanes: “Dormimos juntos si jugamos por la tarde. Si es por la noche, nos concentramos por la mañana”. Ancelotti cambió su visión de las concentraciones: “Antes fomentaban la relación del equipo, ahora hay Facebook, Twitter, Playstation...”.

Prensa. “Es muy parecida a la de Italia: habla más de fútbol. Comprendo las críticas, pero con respeto. Me gustaba más la relación con la prensa de antes. No me importaría abrir más entrenamientos”, confesó. Después bromeó: “La gente me pide autógrafos, pero luego abro los periódicos y hay críticas”. Aunque afirmó que sólo le molestó una crítica que rozaba lo personal.

Portería. Ante una hipotética final de la Champions y el problema de tener a Casillas sin jugar desde finales de abril hasta mayo, reconoció que podría alterar la rotación: “Casillas podría jugar partidos en Liga. Habría que hablarlo. Si nos vemos en esa situación (final de Champions), ya veríamos”. Otra pregunta: ¿Podrá seguir la rotación la temporada que viene? Ancelotti, esquiva: “Es una pregunta de conferencia de prensa”.

Isco. El técnico habló del malagueño: “Se puede adaptar al mediocampo como Seedorf en el Milán, pero aún no pudimos probarlo”.

Entrenadores. “Me gustan los entrenadores tranquilos como Del Bosque... o Mourinho”, bromeó. Del portugués aseguró que no le dejó nada en Valdebebas y que no le llamó. “Lindholm (su primer técnico en la Roma) es mi referente. El entrenador debe morir con sus ideas. No hay una sola verdad en el fútbol. Hay muchas”, concluyó.

Autocrítico. “Ante el Barça no pondré a Ramos de mediocentro, fue un error”, comentó, pero después se justificó: “No estaba Xabi e Illarra no se encontraba al 100%”.

Presión. El italiano señaló tres factores que la determinan: “Prensa, presidente y jugadores”. ¿La peor?: “Los jugadores”. No duda, aunque aclara: “Siempre tomo una decisión técnica”.

Presidente. “Hablo con Florentino y le informo”. Ante la pregunta de si el presidente se ha quejado por algún once, atajó rápido: “Aún no me dijo que algo no le gustase”. Y habló del Madrid como un club único, al que compara con el Milán por tradición e historia.

Sorpresas. “Me sorprendió Jesé por la frialdad que tiene ante la portería. También Nacho y Casemiro”.