MIRANDÉS 2 - CASTILLA 1
Infante condena al Castilla al farolillo rojo de Segunda
El veterano atacante del Mirandés ajustició al filial blanco con un gol en el 83' que le devuelve al último puesto de la tabla clasificatoria.
Pablo Infante devolvió al Castilla a las tinieblas de la tabla clasificatoria en la Liga Adelante. El veterano (33 años) capitán del Mirandés, emblema del modesto club burgalés y empleado de banca, volvió a salir a hombros de Anduva con un gran gol de falta en el 83’ en el que quizás Pacheco pudo hacer más. Fue el 2-1 que sacó al Mirandés del farorillo rojo y de paso se lo endosa al Castilla...
Porque el filial se volvió a ver superado por las circunstancias. Primero el césped, complicado por la lluvia, como le pasó cuando cayó contra el Sporting, y luego las jugadas a balón parado, que le hicieron perder contra los gijoneses y una semana antes ceder un empate frente a un Murcia con nueve futbolistas. Y de todo ello se benefició un Mirandés que llegaba agonizando y para el que cada gol vale un potosí.
Aún así, el Castilla empezó con ganas. Hasta el punto de que Flaño sacó en la línea un remate de De Tomás en el 24’ que ya se colaba. Una acción que espabiló a los de Terrazas. Dos minutos más tarde forzaron a Pacheco a realizar una espectacular intervención ante Díaz de Cerio.
El partido volvió a dormitar hasta el inicio de la segunda mitad, cuando Lucas envió un centro por la derecha a lo Beckham y De Tomás, con los dos pies plantados en el suelo, cabeceó a gol de manera impecable.
Pero el Castilla es bipolar y con tendencia a complicarse la vida. Sólo tres minutos después, su zaga permitió dos remates al borde del punto de penalti de Díaz de Cerio, que ante tanto regalo acabó enviándola a la jaula para hacer el 1-1
Después, la entrada insulsa del brasileño Willian José (el segundo fichaje extravagante invernal del filial) por De Tomás no aportó nada, Pablo Infante se puso el partido por bandera y Prieto salvó el partido en el 90’ con una estirada infinita a un cabezazo de Sobrino que se colaba. Miranda de Ebro respiró y el Castilla regresó a Madrid como nuevo colista y de nuevo con dudas en la mente...