Últimas lágrimas por Luis

Familiares, amigos y el mundo del fútbol dijeron ayer adiós a Luis Aragonés. Tal y como era el deseo de la familia del exseleccionador, la misa y el posterior entierro se produjeron en la intimidad a las 14:00 en el cementerio de La Paz (Alcobendas) y unas 150 personas acudieron al servicio religioso para despedir al Sabio. Todos los que le conocieron recordaban al entrar al tanatorio los momentos y anécdotas vividas con el exfutbolista y todos destacaban al Luis persona por encima del Luis jugador o entrenador. Así, a lo largo de la mañana fueron llegando poco a poco representantes del mundo del fútbol que rindieron su último homenaje y lloraron a Zapatones. Los jugadores del Barcelona Cesc, Puyol, Iniesta y Xavi fueron de los últimos en llegar. Los cuatro, discípulos de Luis en la Selección campeona de la Eurocopa de 2008, viajaron desde la ciudad condal en un viaje relámpago y llegaron a Alcobendas sobre las 13:30 horas. Tras la misa salieron rápidamente de nuevo hacia el aeropuerto para regresar a Barcelona y preparar su próximo partido de Copa. La expedición blaugrana la completó Andoni Zubizarreta, que llegó antes que los jugadores culés, y que destacó la fuerte personalidad del Sabio.

Por supuesto, no faltó Enrique Cerezo, representando al Atlético, la entidad que marcó futbolísticamente la vida de Luis. Pero además de los rojiblancos, asistieron otros clubes de Primera, conectados en mayor o menor medida con la trayectoria profesional del Sabio. Así, acudieron José Castro, el nuevo presidente del Sevilla, Amadeo Salvo, por parte del Valencia, o Gordillo, presidente de la Fundación del Betis. El Real Madrid estuvo representado por Florentino Pérez y Emilio Butragueño. También acompañaron a la familia sus íntimos amigos exrojiblancos Ufarte o Miguel San Román, alguno de sus adversarios, como Amancio, y exjugadores que estuvieron bajo las órdenes de Luis, como Schuster.