“El Bayern no denunció a los clubes españoles ante la UE”

—¿El Bayern insinuó ante la Unión Europea que cuatro equipos españoles gozan de privilegios fiscales?

—Mentira todo. Me chocó muchísimo que nos acusaran de eso. No me queda otra que rechazar este reproche por completo y subrayar que el Bayern no tiene nada que ver con eso.

—¿Tiene buena relación con los clubes españoles?

—Con Florentino Pérez y Sandro Rosell me une una gran amistad. Que no mencionaran el tema en la Gala del Balón de Oro me demuestra que ellos tampoco le dan importancia a las acusaciones. Mantenemos una relación de confianza. Cuando surgen problemas cogemos el teléfono y los solucionamos.

—¿Puede que las acusaciones surjan de la envidia por el modelo financiero del Bayern?

—Nadie tiene por qué envidiarnos. Es cierto que la pasada temporada fue excelente, pero a nivel de facturación aún nos ganan Barcelona y Madrid. Deben superar los 500 millones de euros anuales. Además, cumplen las normativas del fair play financiero, así que no me queda otra que felicitarles. No soy una persona envidiosa, Madrid y Barcelona hicieron muchísimo por el fútbol de hoy.

—¿Dónde está la diferencia entre los números de ambos países?

—En los ingresos por televisión. Debido a la comercialización individual en España, Barcelona y Madrid cobraron alrededor de 150 millones de euros, respectivamente. Nosotros recaudamos unos 35 millones. Como presidente de la ECA recibí muchas peticiones para ayudar a instalar el modelo de comercialización en España, pero las rechacé. Es un asunto exclusivamente español.

—¿Le satisface que el Madrid siga el modelo del Bayern patrocinando el nombre de su estadio?

—En el márketing futbolístico no existen secretos. Si un club me pregunta por nuestro modelo de patrocinio, le ayudaría sin pensarlo. No le presentaría los números, pero le transmitiría nuestros conocimientos. Nosotros lo hicimos igual. En los años noventa, Hoeness y yo visitamos a clubes, entre ellos al Madrid, y adaptamos sus conocimientos a nuestro modelo del Bayern.

—¿Le gusta la Liga española?

—Mucho. A nivel táctico y técnico le gana a la Premier.

—¿Cree que el Atlético seguirá dándole guerra a Barcelona y Madrid?

—Los dos grandes hacen bien en no menospreciarle. Me parece una situación muy emocionante que a tres equipos sólo les separe un punto. Y Rosell piensa lo mismo. Me dijo que con el Atlético en cabeza se acabarían las discusiones sobre la bipolaridad de la Liga.

—¿Qué piensa del comienzo de Ancelotti en el Madrid?

—Al principio no fue bueno, pero parece que ha vuelto a darle estabilidad al equipo. Pienso que estarán contentos con su trabajo. Yo aún recuerdo los duelos contra él y su Roma.

—¿Quién ganó más veces?

—La cosa estaba igualada. En Roma vencía él y en Milán yo. Eso sí, Carlo era un rival durísimo.

—Y hoy es entrenador del mejor jugador del mundo: Cristiano Ronaldo

—Aun así, no lo cambiaría por Franck Ribéry.

—¿Le supo mal que Ribéry no ganara el Balón de Oro?

—Es difícil elegir a uno. Los tres son jugadores que lideran sus respectivos equipos.

—¿Se hubiera podido medir Rummenigge con ellos en sus mejores tiempos?

—En velocidad, sí. Corría los 100 metros en 10,8 segundos.

—¿Cómo se tomó Ribéry el tercer puesto?

—Se puso triste. Por eso le ofrecí volver a Múnich en mi coche. Y cuando lo vi durmiendo en el asiento de atrás como un niño pequeño supe que lo había digerido.

—¿Fue difícil convencerle de no marcharse al Madrid hace seis años?

—Antes del Bayern, Franck no duraba más que año y medio en cada club. En el Bayern lleva siete. Eso lo dice todo. Ha encontrado su casa y tanto él como su familia lo saben. El Madrid se interesó por él, aunque nunca llegó a hacer una oferta concreta. Manifestaron su interés y nosotros les dijimos de forma muy educada que era imposible. El Chelsea, por su parte, sí que puso un dineral sobre la mesa, pero aun así no había manera. Hoy sabemos que fue la decisión correcta. No sólo por Franck, también le demostramos a todo el mundo que somos un club comprador, no vendedor.

—¿Neuer es el mejor portero del mundo debido a la suplencia de Casillas en el Madrid?

—No quiero participar en la discusión sobre su suplencia. Solamente puedo decir que siempre he sido un gran admirador de Iker Casillas, tanto a nivel futbolístico como humano. Es un gran tipo.

—¿Se imagina a Guardiola sentando a Lahm en el banquillo de un día para otro?

—Guardiola dice que lo ama como jugador, por eso no lo creo.

—¿Cuántas latas de Red Bull va a depositar en el vestuario a partir de ahora?

—(Risas) ¿Se refiere a la derrota frente al Red Bull Salzburgo por 0-3?

—Sí.

—Creo que ellos se tomaron unas cuantas latas antes de empezar el partido. En serio, el resultado no me preocupa en absoluto. Al contrario, durante estos últimos meses se pintó todo de color rosa. Estoy seguro de que la derrota en Salzburgo volverá a poner las cosas y las mentes en su sitio.

—¿Cuánto pesa históricamente el año 2013 para ustedes?

—Nada. En Nochevieja los contadores volvieron a ponerse a cero. 2013 fue sensacional, sin duda, pero debemos centrarnos en el presente para que algún día podamos repetir lo vivido el pasado año. El fútbol siempre te pone nuevos retos por delante. Quizá eso sea lo más bonito de este deporte.

—¿Le agrada que Lewandowski rechazase una oferta del Madrid para irse al Bayern?

—Nuestro objetivo es formar una plantilla de alta calidad y Lewandowski es un grandísimo delantero. Por respeto al Borussia Dortmund y al jugador no quiero decir nada más.

—¿La Bundesliga es el mejor campeonato del mundo?

—En una cadena de televisión no paran de repetir ese eslogan, pero el ránking UEFA sigue situando a la Premier y a la Liga española por delante. Mientras sea así, debemos continuar trabajando para seguir creciendo. La Bundesliga ha mejorado, sin duda. Muchos equipos siguen nuestro ejemplo y apuestan por la calidad, el Wolfsburgo, por ejemplo. Hace unos cuantos años compraban por comprar. Hoy por hoy compran calidad. Luiz Gustavo, De Bruyne..., así se hacen las cosas.

—Las malas lenguas dicen que a Guardiola le viene bien que se lesionen jugadores.

—¿Para que no tenga que elegir a quién sentar en banquillo? ¡Vaya chorrada! El año pasado vimos que sólo se pueden ganar títulos con una plantilla amplia. Este año es igual, el calendario no nos da mucho margen. Necesitamos a todos. ¿Se acuerda del viejo lema de Sepp Herberger? En los años 50 dijo que en un equipo debía haber once amigos. Hoy son veinte.