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ZARAGOZA-HÉRCULES

Falcón sobrevive al asedio

El Zaragoza sólo pudo sacar un empate a pesar de mostrar su mejor versión. El meta del conjunto alicantino sostuvo a su equipo con un gran partido.

ZaragozaActualizado a
Falcón sobrevive al asedio

Confiar en el Zaragoza es de un riesgo mayúsculo, sobre todo cuando la competición le obliga a jugar en La Romareda. El equipo de Paco Herrera despidió la primera vuelta en la cuarta plaza, a sólo un punto del ascenso directo, y el calendario le brindó una magnífica ocasión para haberse aúpado todavía más cerca del premio gordo.

Pero a nadie escapa que el Zaragoza, pese a su evidente mejoría futbolística, no logra aprobar su asignatura pendiente, La Romareda. Hizo méritos, pero le faltó el gol y vuelve a quedarse otra vez con la miel en los labios, descendiendo un puesto en la clasificación y apretando con su empate la masa de candidatos.

El Hércules, herido en su orgullo por el 5-0 del Mini Estadi, vino a hacer su partido y se salió con la suya. Entre Escassi, que dejó una actuación excelente, y el portero Falcón impidieron que el asedio del Zaragoza diera sus frutos.

El equipo aragonés remató 15 veces por cuatro del alicantino, tuvo ritmo e intensidad, pero no supo elevar al marcador su méritos. Rondó el gol muchas veces y se quejó de un posible penalti de Peña a Álvaro en el minuto 79, pero no pudo derribar el orden y la serenidad del Hércules, esta tarde todo vestido de amarillo chillón.

Las cuentas no engañan: el Zaragoza ha dejado escapar ya 17 de los 36 puntos puestos en disputa en su estadio, una hemorragia que le ha impedido alcanzar la cabeza de la tabla y que compromete sus posibilidades de ascenso directo.

Desde la vuelta de las Navidades, resulta evidente que el Zaragoza juega a otra velocidad, con otra intención, con una determinación más elevada. Pero lo que al final marca la diferencia es el acierto, el gol, y el empate final deja la sensación de gran oportunidad perdida.

La primera parte fue intensa, agitada, con un intento permanente del Zaragoza por hacer vertical su fútbol y un Hércules encomendado a un contragolpe afortunado. El equipo de Paco Herrera remató más y con mayor peligro, especialmente en un disparo inicial de Walter Acevedo y en un cabezazo envenenado de Álvaro en un córner, pero se topó siempre con Falcón, palomitero pero muy efectivo.

El Hércules tuvo sus mejores oportunidades en un misil de Portillo y, poco antes del descanso, en un derechazo de Ferreiro que salvó Leo Franco.

El Zaragoza llevó casi siempre la iniciativa, buscando la profundidad de sus laterales y algún pase definitivo de Barkero y Luis García, pero el Hércules no exhibió apenas fisuras y el martillo se estrelló una y otra vez en el yunque.

Falcón impidió que el marcador se moviera y el Hércules se llevó lo que vino a buscar a La Romareda, un empate que le cura en parte de las heridas de guerra sufridas frente al Barcelona B y que confirma, una vez más, que en esta Segunda División no hay un sólo pronóstico que valga.