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VILLARREAL 2-ALMERÍA 0

El Villarreal está en Champions con los goles de Uche y Bruno

El conservador plan del Almería duró tres minutos, los que tardaron Gio y Uche en fabricar el primer gol. Bruno sentenció en el 87' tras un penalti de Rafita a Pereira.

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El Villarreal está en Champions con los goles de Uche y Bruno
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Tres minutos tardó el Villarreal en echar abajo el conservador plan de Francisco. Otra nueva conexión entre Giovani y Uche desequilibró el partido nada más empezar. Mario inició desde la banda la jugada decisiva. El canterano pasó el balón al mexicano, desplazado a la mediapunta. Desde ahí, Gio alzó la cabeza para pensar y dar tiempo a los desmarques. Cuando parecía que iba a devolver el envío buscando la diagonal del lateral hacia el área, metió un pase bombeado a Uche, que esperaba arrancando desde la otra esquina. El nigeriano, silbado por El Madrigal en las primeras jornadas, controló con clase y definió con pausa aprovechando que Dubarbier, su marcador, cerraba tarde y llegaba por los suelos. Ya suma once tantos. Claves para que el Villarreal duerma en Champions.

El 1-0 fue una de las escasas veces que el Villarreal encontró una rendija entre la muralla del Almería. Parapetado con cinco centrocampistas bien pegados a su defensa para evitar otra goleada como la de Bilbao, Francisco desesperó con su pizarra al rival. El Villarreal no supo tener paciencia para buscar el espacio ni la decisión de otras veces para encarar en los costados. Bruno estaba acorralado, así que la nueva estrategia era olvidarse de la diversión y esperar a que el Almería se angustiara y saliera en busca del empate. Mientras llegaba el momento, el balón directo rumbo a Uche y Giovani era la única estrategia con fundamento.

El Almería desarrolló el guión esperado. Regresó tras el descanso algo más atrevido. Suso por Barbosa. El fino zurdo fue el mejor de su equipo. Le bastó con moverse, quererla y mirar a la portería rival. No fue casualidad que Verza tirara por primera con peligro en el 50’ni que Torsiglieri amenazara de cabeza en un córner. El Villarreal estaba incómodo. Como pocas veces se la ha visto. Así que decidió que en vez de imponer su estilo debía igualar el del enemigo. Pina entró por Trigueros. El cambio equilibró las fuerzas pero el Submarino siguió sin visitar a Esteban. De hecho, Suso fue el único que seguía haciendo cosas con peligro.

Francisco tardó en desmelenarse. No sacó otro delantero hasta el minuto 84. Por ello, Óscar Díaz no tuvo tiempo ni para calentar. Su entrada fue testimonial. Un justificante de postín para decirle a su gente lo intentamos, nos hemos volcado. De ahí hasta el final, con el Almería digiriendo una derrota inevitable, sólo vimos dos fallos garrafales. Uno del asistente de Muñiz, que señaló un fuera de juego inexistente cuando Pereira se disponía a fabricar la sentencia. Y otro de Rafita, que cometió un penalti en el 86’ sobre el mismo delantero gallego en vez de dejarle seguir, escorado, para finalizar con su pierna menos buena. Bruno no falló. Era la puntilla.