GETAFE-BARCELONA
Neymar estará un mes de baja: llega a tiempo para el City
El jugador sufre, según confirmó el club, "un esguince en los tendones peroneos del tobillo derecho. El tiempo aproximado de baja es de tres a cuatro semanas".
Se retorció el barcelonismo la noche del jueves al ver cómo se derrumbaba Neymar sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez y respiraron los hinchas culés cuando se confirmaron los resultados de la primera evaluación médica realizada en los vestuarios de Getafe; el atacante brasileño sufrió un esguince en los tendones peroneos del tobillo derecho que le tendrán entre tres semanas y un mes fuera de los terrenos de juego. De lo malo, lo mejor.
Fuentes del club explicaron que el jugador no descansó bien tras la lesión. La ansiedad, los nervios y el susto inicial (se creyó que se había partido la rodilla) jugaron en su contra. Ni las palabras del Tata Martino tras el partido al poder comprobar las primeras ecografías (“después de ver las imágenes creemos que no es grave”) pudieron saciar la ansiedad del futbolista, que tanto a la salida de Madrid, como en el aterrizaje en Barcelona ayer por la mañana, estuvo apoyándose en unas incómodas muletas y con un gesto de preocupación en todo momento.
“Pienso que Neymar estará en Manchester para jugar contra el City en la Champions”, anunció el padre del jugador, aliviado, una vez salieron del centro médico en el que el delantero brasileño fue examinado nada más llegar a Barcelona. Vienen semanas de calma y de recuperación. Aún se espera la mejor versión del crack azulgrana.
Se puede perder cinco partidos
Neymar se perderá con toda seguridad los tres próximos partidos de Liga ante el Levante (mañana), Málaga (día 26, 21:00 en el Camp Nou) y Valencia (1 de febrero, a las 16:00 en Barcelona), así como el doble enfrentamiento de los cuartos de Copa contra el Levante y también las semifinales de Copa, si el Barça se clasifica. En cambio, si todo va bien, Neymar llegará a tiempo para la eliminatoria de octavos de la Champions ante el Manchester City. El brasileño, que cogió la responsabilidad atacante del Barça cuando Messi estuvo fuera, no tuvo un buen final de año, ya que se perdió el último compromiso de Liga por sanción. Una gastroenteritis le privó de medirse al Geta en Copa y fue suplente en el Calderón.