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La intrahistoria

Diego Llorente, todo un Goyo Benito desde que tenía 8 años

En el Real Madrid lleva demostrando su bravura 12 años seguidos, desde tiempos de la antigua Ciudad Deportiva y por eso Ancelotti cuenta con este defensa del Castilla.

Actualizado a
Diego Llorente.
Fernando Zueras

Diego Javier Llorente Ríos (20 años) exhibe la casta de Goyo Benito desde que tenía 8 años y militaba en el modesto Trabenco F.C, de Zarzaquemada (Leganés). “Tenía una valentía increíble desde bien pequeñito. No había quien le echase para atrás. Su padre, Jesús, que era el entrenador de los benjamines, se metía a veces a jugar con ellos y el pequeño Diego le tiraba al suelo de las entradas que hacía. ¡Siempre fue un valiente!”, rememora Pepe Benavent, antiguo presidente del Trabenco F.C. En el Real Madrid lleva demostrando esa bravura 12 años seguidos, desde tiempos de la antigua Ciudad Deportiva, cuando ingresó en las categorías inferiores del club blanco. A nadie le sorprende, por ejemplo, que el pasado 31 de agosto se fracturara el tabique nasal ante el Hércules y apenas dos semanas después apareciera en el Mini Estadi para defender los colores de su club. Como en su día hizo el mismo Goyo Benito o el propio Sergio Ramos, el ídolo de su infancia.

Ese madridismo de cuna se lo debe en parte a su hermano mayor, Jesús (en la foto el que aparece con ropa de calle y dos años mayor que Diego). “Jesús era el crack. Era técnico, pero el físico no le acompañó”, dice David Martín, actual presidente. El hermano mayor salió de La Fábrica en cadetes. Ahora Nano mata el gusanillo jugando en categoría Preferente en el Montijo San Antolín y animando a su hermano pequeño.

Diego es central, pero se desenvuelve en cualquier parte de la defensa. Lateral derecho o izquierdo, cuando Mourinho le empezó a llamar para los entrenamientos del año pasado cuando tenía lesionados a Pepe, Marcelo, Coentrao y al sancionado Ramos. Parecía un hombre siendo un niño. “Este va para futbolista”, respondía Manolo Díaz, actual técnico del Castilla y entrenador del Madrid C la temporada pasada, cuando le preguntaban por este chaval que estudia 3º de Magisterio en la Universidad URJC (tomando el ejemplo de su hermano, que estudia Ingeniería Informática en la Carlos III, que siguió con los estudios porque el destino no se puede jugar exclusivamente a la carrera deportiva como sostiene su madre Jacinta).

El año pasado debutó con el primer equipo en la última jornada de Liga ante Osasuna. Seis minutos con sabor a gloria con 19 años porque tres meses antes había debutado con el Castilla de Toril. Luego vino el Mundial Sub-20 de Turquía con los madridistas Jesé, Derik (que ayer se entrenó también con el primer equipo) y Rubén Yáñez. Jugó tres partidos. Ancelotti ve madera en él. Posee bravura de barrio. Viene de familia: su abuelo, Nicasio, y su tío, Pedro, jugaron en el Trabenco...