Bayern | Javi Martínez
“Pep siempre piensa en fútbol”
El navarro repasa con AS la actualidad. Habla de su entrenador, del Mundial, del Balón de Oro y del nuevo San Mamés. Elogia a Guardiola, al que agradece la intensidad que imprime.
—¿Cómo va esa lesión de hombro?
—Recuperándome. Ante el Hamburgo pude descansar, pero uno ya tiene la cabeza puesta en poder volver a jugar pronto.
—Dijo un día que lo que más temía del Bayern era a la profesora de alemán. ¿Qué tal esa relación?
—Al principio no sabía nada. Era la primera vez que salía de España y me daba miedo saber si iba a ser capaz de aprender el idioma.
—¿Y?
—Vamos por el buen camino.
—¿Hizo de cicerone de Thiago? ¿Lo ve bien acomodado en la ciudad y en el club?
—Sí claro, tengo una relación muy buena con él desde hace años. Me preocupé de que se sintiera cómodo dentro del vestuario, enseñarle las instalaciones, la cultura y filosofía del Bayern.
—Aunque parezca mentira, aún hay gente que no sabe de qué juega Javi Martínez. ¿Es medio? ¿Central? ¿Interior?
—Yo estoy siempre preparado para jugar donde me necesite el míster, sea en la posición que sea. Lo cierto es que quizá me puedo encontrar más cómodo jugando como medio.
—¿Le mejoró en algo la llegada de Guardiola?
—Por supuesto. El míster vino con muchísimas ganas y con ideas nuevas, sobretodo en aspectos tácticos que te hacen mejorar mucho.
—De todas las cosas que le dijeron sobre él, ¿cuál es la que ve que más se cumple?
—Que era un hombre que pensaba en fútbol todo el día… y ¡vaya si es verdad!
—¿Cómo es Guardiola como técnico?
—Muy exigente, le gusta estar muy encima de todo para corregir errores o para mostrarnos la forma correcta de hacer los ejercicios. Esa es una de las claves de su éxito.
—¿Tanto aprieta?
—Sí. Le gusta que salga todo bien, repetir las acciones las veces que haga falta. Eso sólo te hace mejorar como jugador, así que contentísimo que lo haga de esa manera.
—¿Una muestra de ello es lo que vivieron en la Supercopa de Europa, cuando hasta el último segundo estuvieron buscando el empate?
—Por ejemplo. Tiene un carácter ganador y se lo imprime siempre a todos. Motiva muchísimo y te hace siempre querer más y más en cada partido.
—¿Para ustedes es bueno que se les proteja tanto de la prensa?
—Las cosas de vestuario deben quedarse allí.
—¿Son favoritos para el Mundial de Clubes?
—No. Tendremos que jugar las semifinales y luego, si pasamos ronda, el choque definitivo. Nunca podemos dar por hecho un triunfo, nunca. El respeto es una de las bazas del Bayern.
—¿Qué les dijeron los técnicos?
—La dificultad del equipo chino que entrena Lippi. Son serios, saben manejarse bien con el balón. No podemos distraernos.
—Tiene 25 años y un palmarés muy cargado. ¿Ganar tanto quita el hambre de títulos o cada día quieren más?
—Los futbolistas juegan siempre para ganar títulos independientemente de que hayan ganado o no alguno. En mi caso me entreno y juego cada día para superar lo que hicimos el año pasado, siempre quiero más.
—El que mediáticamente el Bayern esté obligado a ganarlo todo, ¿incomoda el día a día o en el vestuario?
—Bueno somos un grupo muy exigente y somos conscientes de a qué equipo pertenecemos, pero estamos muy tranquilos . Sabemos que es algo normal en un club tan grande como el Bayern.
—¿Qué debe hacer para ir al Mundial de Brasil?
—Ser titular con el Bayern. España cuenta con grandes jugadores, todos en un gran momento y no puedes relajarte. Sabes que habrá otra persona esperando su oportunidad.
—¿Quién fue el mejor futbolista de 2013?
—Ribéry hizo un año increíble, con goles, jugando de lujo... es el líder del equipo, para mí el mejor jugador del año es él.
—¿Sería injusto que se le diesen a Messi o a Cristiano?
—No, tampoco es eso. Los otros dos también presentaron credenciales.
—¿Qué le está pareciendo la temporada del Athletic?
—Les costó un poco al principio pero Valverde encontró la tecla y están jugando muy bien. Además tienen una gran plantilla.
—¿Tiene ganas de ver el nuevo San Mamés?
—Claro. Es un estadio impresionante, está a la altura de los grandes de Europa... espero que les traiga tantas noches de gloria como el anterior.
—¿Qué sabe del topo?
—Hemos acabado, ¿no?