Leandro Shara: "El formato actual resta interés al Mundial"
Shara es un consultor chileno que ha desarrollado un nuevo sistema para el Mundial. Promete mejorar la competitividad y acabar con la especulación en los resultados.

¿En qué consiste su sistema?
—La idea sería hacer un Mundial con 36 selecciones en tres zonas. Una Zona A, con los de mejor puntuación FIFA. Una Zona B, con los de nivel medio y una Zona C, con los países emergentes. Una primera fase en la que cada equipo jugaría tres partidos: uno contra uno de la Zona A, otro contra uno de la Zona B y otro contra uno de la Zona C. Es decir, uno de los tres partidos sería contra una selección del mismo nivel y los otros dos, contra equipos de los otros niveles inferiores. Concluida esa fase, se establecería una clasificación del 1 al 36, según los puntos y la diferencia de goles obtenidos por todos y cada uno en los tres partidos jugados. Los 20 últimos quedan eliminados y regresan a casa. Regresan con tres partidos jugados, como ocurre ahora con los que caen en la primera fase. Los otros dieciséis, seguirían por un sistema de eliminatoria directa, en el que jugarían los octavos de final el primero contra el último, el segundo contra el penúltimo y así sucesivamente, hasta el octavo con el noveno. Luego proseguiría la competición por sistema de eliminatoria directa, siempre según ese cuadro, hasta llegar a la final. Los que cayeran en octavos habrían jugado cuatro partidos, los que lo hicieran en cuartos, cinco, los que cayeran en semifinales, seis. Los dos finalistas jugarían siete partidos. Este sistema estimularía, y mucho, el juego ofensivo en la primera fase. Obligados a quedar lo más arriba posible en la tabla de dieciséis, todos pelearían a fondo sus tres partidos, en busca de puntos y de diferencia de goles. Desaparecerían radicalmente los partidos sin fondo o las sospechas de amaño.
—¿Puede explicar en qué se basa el sistema de zonas que propone para el Mundial?
—Es un formato global. Es una metodología flexible. Como no existen grupos, todos compiten contra todos. Adicionalmente, postulamos a que en la segunda ronda los equipos se enfrenten dependiendo de los números totales que obtuvieron en la primera. Como no se conocen los cruces de la segunda fase hasta que todos los encuentros han terminado, el nivel de incertidumbre crece desde un el actual 50% hasta un 94.4%. Este porcentaje empuja a todos los equipos a dar lo mejor de si desde el primer minuto. Mucho se dice que el verdadero Mundial comienza en la fase eliminatoria. Con nuestro sistema, el Mundial comienza desde el partido inaugural. El aficionado no entiende el sistema de sorteo puro, y eso le quita interés al Mundial. Con nuestro sistema, sin importar donde quede clasificada España (A, B o C) jugará siempre contra una selección A, otra B y otra C. Es decir, podríamos tener como partido inaugural un España-Argentina, un Brasil-Italia o un Inglaterra-Alemania. En definitiva, la competencia con nuestro formato es tan intensa que no se permite especulación de equipos como Suiza, que jugó a defender ante España en Sudáfrica. O lo que hacen selecciones menos fuertes, como Honduras, que planificó tener un punto en los dos primeros partidos para llegar con vida al tercero. Eso, en nuestro formato, ya no sirve. Maradona, en el último Mundial, hizo siete cambios para jugar contra Grecia, pues ya tenía seis puntos y Argentina estaba clasificada. Así se ahorraba tarjetas amarillas y evitaba mayor desgaste y otros riesgos. Todo eso afecta el espectáculo. El grupo no se definía, y Argentina no hacía un juego a por todas. Tres selecciones peleaban por su clasificación, pero el más grande no lo ponía todo. Esto va en contra del espíritu del deporte, pero también de espectáculo, del público, de las teles y de la competencia.
—¿Cómo funciona el sistema de zonas que propone?
—Pues si FIFA se decide por un Mundial de 36 selecciones, tal y como ha anunciado, se pueden hacer cuatro zonas de diez equipos, y la primera ronda puede ser de tres o cuatro partidos. Finalizada la primera fase, las 36 selecciones se ordenan en una sola tabla de posiciones, donde los dieciséis primeros clasifican para la segunda fase, de una manera clara, justa, entendida por todos, y donde la competencia es mucho más intensa. Con este concepto se gana mucho. Por ejemplo, Maradona no haría siete cambios en su teórico equipo titular para jugar contra Grecia. Además, aunque Argentina no juegue contra Brasil estará en la misma tabla de posiciones, y Argentina siempre quiere ser más que Brasil, y Brasil más que Argentina, Inglaterra quiere ser más que Alemania y viceversa y así sucesivamente. La rivalidad haría esto mucho más competitivo, aumentaría el número de goles y siempre habría algo en juego. Porque todas las selecciones dependen de todos los partidos para clasificarse, y no se podría especular nunca. Los tres últimos Mundiales tienen los promedios más bajos de goles, junto al de Italia 90. Es más, el último Mundial tiene un promedio tan malo como el de Italia. El espectáculo se está resintiendo por la especulación. Nuestro sistema permite un torneo con 36, 40, 42, 46 y 48 equipos, compitiendo todos contra todos, en tres fechas, como ahora, pero con una competencia más justa, más competitiva bajo un formato más flexible, y que genera ingresos adicionales a todos los que invierten en el mundo fútbol.
—¿En qué mejora su sistema al actual?
—Se incorporan más selecciones y se soluciona lo que ha buscado FIFA por años. Se aumenta el nivel de competencia, con más goles, con todos los equipos jugando a ganar. Evitando lo que sucedió en la última Copa América, donde Paraguay llega a la final sin ganar ni un solo partido. Se podrían ver partidos ‘Premium’ desde el primer minuto. En diecinueve mundiales, en que Brasil gano cinco y Alemania tres (ocho títulos de diecinueve, 42% entre ambos) curiosamente sólo se han enfrentado en una ocasión. Con nuestro método podemos tener en la primera fase de cada Mundial seis partidos entre equipos A, como ese Brasil-Alemania que sólo se ha dado una vez en la historia. Con la actual distribución de los partidos, un equipo podría estar jugando en Manaos y en la fecha siguiente en Porto Alegre. ¡Son seis horas de viaje! cada selección cambia tres veces de sede en la primera fase. Con nuestro sistema, cada equipo viaja sólo una vez en la primera ronda. Con este formato podemos llevar cuatro selecciones más, y el Mundial se realizaría en 32 días (sólo un día adicional en relación al actual formato); Si el Mundial se hace con 42 equipos, sólo se requieren tres días adicionales. El formato de grupos permite una especulación de un 50%. En un grupo de cuatro hay seis partidos. Cada selección juega tres. Cada equipo define la mitad de la suerte del grupo. En nuestro formato, ese porcentaje baja a un 5.6%. En el actual sistema, la tercera fecha debe jugarse en paralelo (mismo día y hora), y los espectadores y las televisiones, pierden poder ver y dar la mitad de los partidos en directo. Con nuestro sistema, siendo la competencia más cerrada, y casi no existiendo posibilidades de manipulación, se podrían ver el total de los encuentros en directo. Aún cuando recomendamos que los cuatro últimos partidos se jueguen en 2 turnos paralelos. En el sistema de grupos hay equipos que se dejan ganar para tener mejores opciones en la fase siguiente. Eso pasó en Londres 2012 con bádminton, paso en baloncesto en los mismos JJOO. Sucedió lo mismo en el Mundial de balonmano jugado en Sevilla a comienzo de este año. Igual en voleibol playa, en la clasificación para los Juegos Olímpicos Juveniles de Naijin. También en España 82 entre Alemania y Austria. Sucedió en Eurocopas, en Copa Libertadores. Se repitió en todos los deportes, en todas las competiciones. Y sigue pasando. Con nuestro sistema todos los equipos están obligados a dar lo mejor de si. Los ‘top’ para jugar contra el 16° y no contra uno superior. Los equipos como Chile, queriendo clasificar lo más arriba para evitar a España, Brasil, Alemania o Argentina. En el actual formato, finalizada la fase de grupos siempre hay equipos clasificados o eliminados. Con nuestro modelo ese número casi no existe. Los que tienen seis puntos aún no aseguran su clasificación, y si está asegurada querrán ser los primeros para enfrentarse a los últimos. FIFA ha hecho muchos cambios para mejorar la competencia de los Mundiales, pero los cambios no sirven: tres puntos para los ganadores en torneos cortos no ayuda. Han cambiado el balón, es más liviano. Anticipo que Brasil 2014 estará dentro de los seis mundiales con menos goles. Y sin goles no hay fútbol.
—¿Qué le ha parecido el sorteo del Mundial? ¿Como lo traduce a su propio sistema?
—Siguiendo nuestra lógica de Zonas, esto pasa en los grupos del Mundial 2014: Brasil se enfrentará a dos selecciones B y a una C; Chile a dos A y a una C; Colombia a dos B y a una C; Costa Rica a tres selecciones A; Suiza a dos B y a una C; Argentina a uno B y a dos C; Ghana a tres A; y Bélgica a dos C y a uno B. Para este sorteo se usó el ranking de octubre, y en el grupo de España (1) se enfrentará a Holanda (8) y a Chile (12). El segundo de este grupo se enfrentará muy probablemente a Brasil. Si esto fuera tenis, es como que los dos finalistas del torneo anterior, Djokovic y Nadal por ejemplo, se vayan a enfrentar entre sí de entrada, y luego en la segunda fecha se enfrenta uno de ellos con Federer. No tiene pies ni cabeza.
—¿Ha propuesto su sistema en FIFA y UEFA?
—Sí, estamos en conversaciones. Sin embargo esto es como cocinar un elefante. Hemos empezado por la cola, luego las orejas, ahora estamos en la trompa. El fútbol, que lo compra todo, nunca ha pagado por formatos de torneos de última generación. Somos la única empresa en el mundo que da este servicio. No sólo en fútbol, sino que todos los deportes. Es cierto que los departamentos de competición no están preocupados en encontrar nuevas soluciones. Nuestros formatos podrían fortalecer su labor y ayudar al negocio del fútbol.
—¿Qué le han respondido?
—Tenemos reuniones programadas, lo están analizando. Pero esto es como la Iglesia, a pesar de lo que se dice y de lo que se pide, cuesta que se hagan cambios, sin embargo somos optimistas. El ciclo de los torneos es largo. Al finalizar Brasil 14, ya se estarán preparando las clasificaciones para Rusia 18. Es posible que para entonces se animen a revisar los formatos.
—¿Cree que se aplicará en el futuro?
—Definitivamente sí. El mundo sufre cambios, Sudán se dividió en dos, Los países del Este de Europa se dividieron también, y así muchos otros. Adicionalmente los países pequeños quieren una plaza, y el voto de Honduras vale igual al de Alemania, el voto del Congo vale como el de España, y FIFA está sintiendo la presión. En Francia 98 Europa tuvo quince representantes, hoy sólo tiene trece. La presión está, y nosotros tenemos la solución.
—¿Cómo llego a sus conclusiones?
—En el Mundial de 2006, la FIFA debió explicar porqué no pudo llevar a 36 equipos a Alemania. Blatter dice que no existe ningún instituto que pueda dar la solución, que pagaron a las consultoras más grandes del mundo, y que nadie puede ayudar con el tema. Wolfgang Niersbach, vicepresidente del Mundial 2006, actual presidente de la Federación alemana, dijo: “No vemos cómo podemos reducir 36 equipos participantes a tan sólo 16 en octavos de final con un sistema claro y justo, que pueda entender todo el mundo. En nuestra opinión, éste es el argumento más consistente en contra del aumento”. Pues bien, la solución es la que propongo y espero que el mundo la conozca para empujar a la FIFA y a los grandes organizadores a usar lo que han estado esperando por tanto tiempo.
—¿Qué profesión ejerce?
—Soy Consultor Deportivo Internacional, Contador y Auditor. Soy chileno, pero he vivido también en Brasil, Costa Rica, Argelia y Venezuela. Soy el fundador de ‘MatchVision’ para el desarrollo de nuevos formatos de torneos. Ha trabajado en compañías como: PriceWaterhouse & Coopers, Signet Engineering, Minera Northern Resources, Biwater y GlaxoSmithKline.
—¿Tiene alguna otra idea en mente?
—Muchas otras, que están en manos de la ATP, la WTA, Special Olimpcs y otras instituciones. Hemos desarrollado más de 30 nuevos formatos, pero cada uno de ellos necesitaría un explicación aparte y completa.
—¿De qué equipo es usted?
—Me gusta el fútbol, todo. Soy admirador de Zamorano, un muchacho de condición humilde que supo mantener una vida profesional. También siento admiración por el trabajo de Bielsa y Pellegrini. A propósito, si en la Copa del Rey usaran el Formato de Zonas, el Real Madrid de Pellegrini no hubiese sido eliminado tan rápidamente.
—¿Jugó usted al fútbol?
—Me encanta el fútbol pero soy tan malo que me tuve que dedicar a crear los formatos de los torneos. En el colegio jugaba de portero. Mientras, pensaba: si tenemos 30 minutos podemos jugar tres partidos de diez minutos para lo que necesitamos seis equipos. Si son seis equipos cada uno enfrentará a cinco rivales. La semana escolar tiene cinco días, un rival por día... Fue así como di mi primera solución a los seis años de edad...