El español Juan Ferrando triunfa en el Sheriff Tiraspol moldavo

Juan Ferrando (Barcelona, 1981) siempre ha tenido clara su pasión por el fútbol. A sus 32 años le ha llegado la oportunidad de dirigir a un equipo de Primera, aunque para ello haya tenido que cambiar España por Moldavia. De momento, no le va nada mal. Su equipo, el Sheriff Tiraspol, es líder de la liga, conquistó la Supercopa de Moldavia y llegó hasta la tercera ronda de la Champions antes de caer para disputar la fase de grupos de la Europa League.

Pero para llegar hasta aquí, Ferrando no lo ha tenido fácil. “A los 18 años las lesiones me apartaron de mi carrera como jugador y empecé a formarme académicamente para ser entrenador”, asegura. En el Europa tuvo su primera experiencia en los banquillos y no ha parado desde entonces. Escuela del Espanyol, practicum en el Barcelona B, ha dirigido al RICOH Premiá, Terrassa y Hospitalet. Antes también ejerció como preparador físico en Inglaterra, y el año pasado destacó en los juveniles del Málaga. Ese fue su escaparate para salir de España: “Me comentaron que el Sheriff buscaba estructurar su cuerpo técnico y no me lo pensé. La idea me atrajo porque el club jugaba previa de Champions y, a la semana de llegar, me propusieron hacerme cargo del equipo tras la destitución del primer técnico”. Eso fue este mismo verano y desde entonces no ha parado de dar alegrías a su actual club.

“Aquí el fútbol es el tercer deporte, por detrás de la lucha grecorromana y la halterofilia. Es difícil porque el presupuesto es bajo e incluso hemos tenido que pasar horas en los aeropuertos tras los partidos para ahorrar gastos de hotel”, comenta Ferrando. En un vestuario con nueve idiomas distintos, el propio Juan ha creado “una jerga para poder entenderme con todos, aunque estudio y ya puedo comunicarme en ruso. En octubre fichamos a Melli, al que llamo mi ‘entrenador en el campo’, y me ayuda mucho”. Métodos de trabajo apasionados para el técnico más joven en la Europa League.