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LLEIDA 1 - BETIS 2

Ferreiro se cuela en la fiesta de Miki y el debut de Garrido

Las decisiones del colegiado vasco marcan el estreno victorioso del técnico valenciano, que con 1-2 deja casi sentenciado el pase a octavos de final.

Actualizado a
Ferreiro se cuela en la fiesta de Miki y el debut de Garrido

Juan Carlos Garrido debutó en el Betis con victoria y con medio pase a los octavos de final de la Copa. Pocas conclusiones se pueden sacar sobre los apenas tres entrenamientos del técnico valenciano, que sustituyó el lunes a Mel. Al bronco partido contra el Lleida casi se le acabó el suspense a los cinco minutos, cuando el equipo local de quedó con un hombre menos por expulsión del meta Pau Torres. Fue la primera decisión de muchas que se discutieron a Delgado Ferreiro, protagonista inesperado de un partido que se preparaba para ser una fiesta y no una batalla.

La Copa convocaba a dos de los exequipos de Miki Roqué a homenajear al malogrado central en una mañana de convivencia entre la afición local y la numerosa hinchada verdiblanca de Cataluña, desplazada en masa hasta el  Camp d'Esports. Saque de honor del sobrino de Miki, camisetas de recuerdo, mural para sus padres... Todo brilló en el recuerdo del defensa hasta que comenzó a rodar el balón, generador de una continua cizaña que alimentó el polémico arbitraje del colegiado vasco.

No pudieron comenzar mejor y peor las cosas para el Betis de Garrido, premiado con un penalti y una expulsión, de Pau Torres, a los cinco minutos. Pero lo falló Jorge Molina (y paró el recién ingresado Perales, héroe y villano posterior) para que en el córner siguiente Paulao la mandara al palo. Con uno más,  y la diferencia de calidad que se supone a su mayor categoría, los  verdiblancos no tardaron en volver a crear las ocasiones que los pusieran por delante.

Juan Carlos explotaba su velocidad en la izquierda y el Betis merodeaba el área rival mientras se sucedían las jugadas difíciles. Primera, otro derribo, esta vez de Perales a Molina, que Delgado Ferreiro no quiso ver como penalti; segunda, una extraña mano de Barreda dentro del área por la que el colegiado vasco se cobró la segunda pena máxima de la mañana, a instancias de su asistente; tercera, la ejecución del penalti por parte de Verdú, un Panenka muy mal tirado, muy flojito, que casi detuvo Perales y que provocó una tángana y el enfado de la parroquia local, que vio chulería del  expañolista (0-1, 27'); y cuarto, un gol (bien) anulado a Pere Milla por fuera de juego.

Perales había salvado a su equipo con dos grandes paradas pero hizo honor a su apellido con una cantada de libro justo antes de que se llegara al descanso. El meta local no atrapó un balón fácil y, tras un penoso despeje de puños, se lo dejó fácil a Molina para que el alcoyano empalmara a placer a la red (0-2, 44').

Sólo Delgado Ferreiro y sus asistentes podían resucitar el partido y la eliminatoria y así fue en una segunda parte que transcurría sin sobresaltos hasta que Pere Milla le puso salsa con un gol en el que había existido previamente un claro fuera de juego (1-2, 57'). El tanto le dio algo de suspense a la media hora final, marcada por las largas posesiones béticas y la dureza del Lleida, que buscó el empate con más corazón que cabeza mientras el Betis se dedicaba a administrar una ventaja que parece definitiva para la vuelta.