NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Diez años del mejor del mundo

Se cumplen diez años del debut de Messi con el Barça en Oporto

Leo lleva una década en la elite. Tal día como hoy se estrenó en el Barça de Rijkaard. Aunque fue un amistoso, para ‘La Pulga’ fue la plataforma de lanzamiento al estrellato.

Actualizado a
Se cumplen diez años del debut de Messi con el Barça en Oporto

Hoy hace 10 años, una menuda estrella de tan solo 16 años de edad dio el salto al firmamento futbolístico. Se llamaba Leo Messi y aquel día su brillo empezó a ser perceptible. El Barça de Frank Rijkaard viajó a Portugal para jugar un amistoso ante el Oporto (dirigido entonces por Mourinho) para celebrar la inauguración del estadio Do Dragao. El holandés hizo una convocatoria plagada de jóvenes canteranos y algunos pesos pesados de aquel entonces (Luis Enrique o Márquez hicieron aquel viaje).

Entre todos ellos, trataba de pasar desapercibido un niño argentino, de pelo largo, baja estatura y extremadamente tímido. Hubo minutos para todos, pero solo uno encandiló y copó las portadas de los días posteriores a ese encuentro: Messi. A La Pulga le bastaron 15 minutos para mostrar un talento fuera de lo común que plasmó en lo que hoy son solo algunas de sus principales virtudes: velocidad, desborde y conducción. No marcó, pero lo rozó hasta en dos ocasiones. Entró sustituyendo a Fernando Navarro, que recuerda aquello perfectamente: “Era un parón de selecciones y fuimos a aquel partido con mucha gente de la cantera. Que Messi me sustituyera no deja de ser una anécdota”. Navarro lo veía entonces como “un futbolista de muchísima habilidad” del que le llamaba poderosamente la atención “su personalidad: dentro del campo era extrovertido y atrevido y fuera todo lo contrario”. El actual lateral del Sevilla asegura que el Barça siempre lo tuvo claro con Leo: “El club apostó por él y acertó. Antes de que lo conociera el gran público, ya se hablaba de él a nivel interno como un futbolista muy prometedor. Lo que nadie podía imaginarse es que acabara logrando todo lo que ha conseguido. Y lo que le queda, porque aún es joven y sigue siendo el mejor”.

Leo había llegado al club tres años antes, siendo Infantil, y sus 15 minutos en Oporto le convirtieron en el tercer debutante más joven de la historia del club, por detrás de Paulino Alcántara y Haruna Babangida. Pero si Rijkaard se lo llevó es porque ya empezaba a tener excelentes informes de él: en ese momento sumaba 15 goles en 11 partidos con el Juvenil A y venía de lograr un hat-trick ante el Granollers. “Tiene un talento fuera de lo común. Hay que protegerlo porque su futuro es realmente prometedor”. Y vaya que si lo era. Óscar López, lateral azulgrana aquel día en Do Dragao, confiesa que “ahí ya podía intuirse que Leo ganaría cuatro Balones de Oro. Lo que sí tenía claro era que cuajaría en cualquier equipo porque era y es muy bueno”. A Óscar, más que su debut, lo que le impresionaba de Messi eran sus entrenamientos: “A veces, coincidíamos y hacíamos partidillos de fut-tenis. Recuerdo aquel Gamper ante la Juve. Ahí empezó a verse a un futbolista distinto”.

El portero. “Todos sabíamos que tenía condiciones para llegar lejos, pero tanto… Igual algún visionario”, dijo Albert Jorquera, meta culé aquella noche que recuerda que “dentro del club ya se hablaba de él. Pero para mí el punto de inflexión lo marca el Mundial Sub-20. Es en ese momento que empezó a creerse que podía llegar a ser el gran jugador que es”. Jorquera añade una anécdota: “A partir de ahí, en cada entrenamiento podías ver que futbolistas consagrados ya empezaban a sufrir cada vez que él tenía la pelota”.

La historia que ha venido después es de sobra conocida. Es una historia que el propio Leo ha escrito con letras de oro y que ha dejado capítulos imborrables como aquella actuación suya en el Gamper de 2005 frente a la Juventus, el hat-trick al Madrid, su gol maradoniano al Getafe, la Mano de Dios ante Kameni o sus cuatro Balones de Oro consecutivos. Y no olviden una cosa: tan solo tiene 26 años. Suma y sigue. Su proyección es imparable.