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V. GUIMARAES 0 - BETIS 1

Chuli, a lo Rubén Castro

El delantero onubense consiguió en el último suspiro el tanto de la victoria en Guimaraes para los verdiblancos, que se colocan líderes del grupo I.

GuimarãesActualizado a
Los béticos celebran el gol.
Los béticos celebran el gol.AFP

Un gol de Chuli le dio la victoria al Betis en el último suspiro de un partido ante el Guimaraes que los verdiblancos merecieron ganar por ocasiones, sobre todo en la última media hora. Es el primer tanto oficial del onubense y no pudo llegar en mejor momento, pues los tres puntos colocan a los verdiblancos primeros del grupo I de la Europa League y muy cerca de la clasificación para la siguiente fase tras el pinchazo del Lyon, que empató a un gol en casa de Rijeka.

Mel remendó su alineación con el canterano Caro en el centro de la defensa y el uruguayo Braian Rodríguez, el menos usado de los nuevos refuerzos, en la punta del ataque. La decepción del uruguayo, desaparecido, aumentó porque fue su sustituto Jorge Molina el futbolista por el que pasaron las mejores ocasiones del Betis en una última media hora repleta de acercamientos verdiblancos que, como tantas otras veces esta campaña verdiblanca, parecían quedarse sin premio hasta que Chuli, el goleador del Recre fichado este verano, tocó pelo por primera vez.

La solución se llama Rubén Castro y está a la vuelta de la esquina: el lunes, eso espera Mel, el canario comenzará a entrenarse con el grupo con el punto de mira puesto en el derbi sevillano. Pedía el presidente Miguel Guillén en la previa "buenas sensaciones" y el Betis, que ya apuntó un cambio de dinámica ante el Levante y el Málaga, volvió a dejar impronta de equipo alegre y dominador desde el inicio, gracias sobre todo al ímpetu de un Vadillo que crece cada partido y que ayer dejó algunas galopadas eléctricas con el sello de su ídolo, Cristiano.

El problema, del canterano y del resto del equipo, es que las sensaciones no rompen casi nunca en algo más por la tremenda falta de picardía y, sobre todo, de remate. Braian, fichado este verano con la vitola de gran finalizador, sobre todo de cabeza, no remató una sola vez. El primero que lo hizo con peligro fue Juan Carlos, que con un zurdazo en el que tuvo que estirarse Douglas creó la primera ocasión de mérito para el Betis, a los 25 minutos. Maazou, en una contra, respondió con un disparo alto y la iniciativa pasó a ser para los portugueses en la recta final de la primera parte, adornada con varios acercamientos (romos) al área de Andersen.

El Betis recuperó el dominio tras volver el vestuario. Juan Carlos y Vadillo desbordaban a sus pares constantemente, pero sin encontrar un buen centro y/o rematador hasta que Mel sacó a Braian y dio entrada al mejor delantero de largo que tiene este Betis en ausencia de Castro: Molina. El alcoyano dispuso de un mano a mano que salvó Douglas y en ese córner, Caro, que cuajaba atrás un partido más que aceptable, cabeceó muy cerca del poste.

Eran los mejores instantes del Betis, Molina le daba otro aire al equipo verdiblanco en sus desmarques entre los centrales y la entrada de Chuli y Cedrick acabó por meter a los lusos en el área. Cuando ya se sellaba el empate a cero, un remate mordido del ‘9’ de Huelva provocó la algarabía, el auténtico extásis de los 1.000 béticos presentes en el estadio Afonso Henriques.