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BÉLGICA 1 - GALES 1

Gales consiguió empatar al final ante una Bélgica muy superior

De Bruyne adelantó a los 'diablos rojos'. Hennessey y el desacierto local de cara a puerta impidieron la goleada antes de que Ramsey firmara el empate en el minuto 88.

Actualizado a
De Bruyne celebra su gol ante Gales junto a Lukaku.
De Bruyne celebra su gol ante Gales junto a Lukaku. OLIVIER HOSLETEFE

El Rey Balduino de Bruselas se engalanó para recibir a una generación de futbolistas que está llamada a hacer historia en el fútbol mundial durante los próximos años. Los de Marc Wilmots afrontaron la visita de País de Gales con la clasificación para el Mundial de Brasil ya en el bolsillo, doce años después de que los ‘diablos rojos’ disputarán su última fase final de la Copa del Mundo.

La animosa selección centroeuropea fue muy superior al conjunto de Coleman, tuvo oportunidades para ganar holgadamente, aunque el tanto de Ramsey invalidó el inicial de De Bruyne. No obstante, Bélgica concluye en la primera posición del grupo A con 26 puntos al haber cosechado ocho victorias y tan sólo dos empates. Ahora toca refrendar en Brasil el próximo verano el buen trabajo realizado en los dos últimos años.

Los años de penurias vividos en los últimos tiempos por el fútbol belga –no ha participado en los dos últimos Mundiales ni en las Eurocopas de 2004, 2008 y 2012– unidos al gran juego mostrado por los Fellaini, Witsel, Hazard y compañía durante toda la fase de clasificación han desbordado la pasión de los habitantes del país de la cerveza y el chocolate. Los aficionados se muestran exultantes, a la vez que se ha desatado el sentimiento nacional en un momento en el que las tensiones entre valones y flamencos están a la orden del día. Tampoco la Corona ha querido dejar escapar la oportunidad de alardear del nuevo orgullo nacional. Prueba de ello es que el rey Felipe bajase al terreno de juego para saludar uno por uno a cada futbolista antes del comienzo del choque.

En lo puramente deportivo, Wilmots dio descanso a alguno de los pilares de su equipo, introduciendo hasta cinco caras nuevas respecto al once que dispuso el pasado viernes en Zagreb en la victoria por 1-2 sobre Croacia. Fellaini, Defour o Hazard no fueron titulares ante una selección galesa, sin Bale, que no se jugaba nada.

Los primeros instantes resultaron de tanteo entre ambos contendientes, apenas se produjeron llegadas de peligro a ninguna de los dos áreas.

Lukaku protagonizó las acciones de mayor peligro en los primeros 45 minutos. El delantero del Everton recibió un gran envío de De Bruyne dentro del área, aunque Hennessey, bien colocado tapando el palo corto, consiguió despejar a córner con los pies. Cinco minutos antes del descanso estuvo cerca de adelantar a los suyos, pero su impresionante testarazo elevándose por encima de los centrales galeses se marchó por línea de fondo rozando el poste derecho. Kevin Mirallas fue el autor del centro desde el costado izquierdo. Precisamente, el jugador del Everton fue el futbolista más desequilibrante de los locales antes de marcharse al vestuario, llegando incluso a rozar el gol tras una buena acción individual en el interior del área.

No obstante, fue el atlético Toby Alderweireld quien más cerca estuvo de inaugurar el luminoso del estadio nacional belga, situado junto al Atomium. Un sombrero y una posterior volea del hoy lateral diestro que impactó en el larguero puso en pie a la entregada afición local. Por parte galesa apenas hubo noticias. Los de Coleman cedieron la iniciativa a Bélgica, aunque no consiguieron crear peligro a la contra hasta que Church, ya con el tiempo cumplido, cayó dentro del área tras un choque con Van Buyten. El ‘nueve’ de Gales reclamó penalti, aunque el colegiado ruso Karasev no vio punible la acción.

Tras la salida de los vestuarios, los jóvenes pupilos de Wilmots imprimieron una velocidad extra al ritmo de juego espoleados por la necesidad de celebrar con una victoria el billete para Brasil junto a su público. Lukaku, muy activo pero desacertado de cara a gol durante los 90 minutos, remató por encima del larguero un mano a mano tras la reanudación. Poco después entró Eden Hazard por Chadli. El jugador del Chelsea pasó a capitalizar el ataque belga y las ocasiones comenzaron a sucederse de manera preocupante para los visitantes.

En una de ellas, nacida de un saque de banda de Alderweireld que Lukaku prolongó para la incursión de De Bruyne desde la segunda línea significó el primer gol del encuentro en el minuto 64. La definición del centrocampista hacía justicia a la superioridad y al trabajo exhibidos por Bélgica. Únicamente la gran actuación de Hennessey impidió que el casillero aumentase. El guardameta completó una sublime actuación. Entre él y el desacierto de Hazard, Lukaku, Witsel o Mirallas de cara a gol posibilitaron que el encuentro llegase a los minutos finales con todo decido.

Nada hacía presagiar la igualada, pero en una de las pocas contras bien armadas por los de Coleman, Bellamy filtró un envío para la llegada de Ramsey, quien introdujo el balón en la red entre las piernas de un Courtois que se había mostrado inseguro poco antes con una mala salida tras un saque de esquina.

Faltaban dos minutos para la conclusión, pero el empate no empañó la gran fiesta del fútbol belga. Una noche que no olvidará Zakaria Bakkali, atacante del PSV que debutó con apenas 17 años al sustituir a Kevin Mirallas. Un nuevo futbolista al que añadir a un grupo ilusionante que está llamado a protagonizar grandes hazañas en tiempos venideros.