REAL MADRID
Gareth Bale ya es uno más de la familia madridista en Valdebebas
Bale acudió ayer por primera vez a Valdebebas para entrenarse como jugador del Madrid. 101 días después de iniciarse el culebrón, el galés conoció a sus nuevos compañeros.
Cuando Gareth Bale acudió a su primer día de colegio en el Whitchurch High School de Cardiff no fue el centro de todas las miradas como ayer en Valdebebas. Su primer saludo en la escuela con su compañero de pupitre, el ahora famoso rugbier Sam Warburton, no valió lo mismo que su primer encuentro con Cristiano. La foto que ilustra esta información 'cuesta' 187 millones de euros (96 de Cristiano y 91 de Bale, según el Madrid) o 197 (según el Tottenham). Son los dos fichajes más caros de la historia del fútbol. Tras un verano de intensas negociaciones, el galés se entrenó ayer por primera vez de blanco.
Llegó al hotel Mirasierra a las 13:30 horas con una gorra de béisbol fitted, con la visera hacia atrás y con la W de Gales (Wales, en inglés). Lo hizo después de disputar 33 minutos con su selección tras 114 días sin jugar un partido oficial. Le acompañaba el director de Servicios al Deportista, Javier García Coll, que le ayuda a él y a su familia estos días a buscar casa por la capital.
Comió ligero y se marchó para Valdebebas. Hizo gala de sus modales británicos y se presentó en el párking de Valdebebas dos horas antes de que comenzara el entrenamiento. Allí, precisamente, le recibió Cristiano con un sonrisa: "Welcome, Gareth". Posteriormente, fue al despacho del cuerpo técnico a presentarse. Estrechó su mano, por este orden, a Clement, Zidane y Ancelotti. Sabe que serán exigentes con él, como lo fue en su día su profesor de educación física Gwyn Morris, que le prohibía jugar con la pierna izquierda. "Ningún jugador vale 100 millones. Yo mismo dije de mí que no valía 75 millones", comentó Zidane el pasado domingo.
Y en el vestuario, tuvo un cicerone muy querido por la plantilla, Modric. Ambos coincidieron cuatro temporadas en los Spurs (de 2008 a 2012). Le enseñó el truco para ser bienvenido: sonreír siempre.
Cuando saltó al césped de Valdebebas, el grupo charló amistosamente con Ancelotti. Allí Gareth era uno más. Cautivó a sus compañeros y demostró su calidad a los futuros directores deportivos Casillas, Ramos y Arbeloa. "Nosotros ficharemos al próximo Gareth", bromearon hace unos días. Al acabar el entrenamiento, Ramos se fotografió con él: "Primer día con otro crack". ¡Bienvenido, Míster Bale!