REAL MADRID
La venta de Özil deja daños en la plantilla y en la afición blancas
Dos de cada tres hinchas la reprueban, según sondeo de AS.com. Ramos: "Si decidiera yo, sería uno de los últimos en salir". "No tenía la confianza del técnico", dice el alemán.
Casi a medianoche del lunes, Geraint Hughes, periodista de Sky Sports, anunciaba en directo desde las calles de Londres el fichaje de Mesut Özil por el Arsenal. Rostro, voz y micrófono desaparecieron de pantalla súbitamente, desbordados por los incontenibles hinchas que le rodeaban. “El fichaje del verano”, escribía el ‘gunner’ Wilshere. En Madrid, la venta de la noche también devoró la luminosa y matinal presentación de Bale. Por inesperada (al menos hasta el domingo) y porque la llegada del galés se daba por amortizada. También porque abrió heridas. Una encuesta de AS.com, que registró más de 68.000 respuestas, censuraba la operación. Sólo uno de cada tres hinchas (33,7%) aprobaba la salida del alemán. Se intuía. Parte de los 30.000 que habían ido a aclamar a Bale al Bernabéu pidieron a Florentino que no consumara lo que ya era una operación casi cerrada. El presidente los mandó callar. La plantilla no lo hizo el día después.
“Es un grandísimo futbolista, único, diferente. Si yo decidiera, sería de los últimos en salir, pero han decidido el club y él”, dijo Sergio Ramos, que un día desafió a Mourinho luciendo la camiseta del alemán bajo la suya tras una sustitución de castigo del germano. Arbeloa se confesó sorprendido: “Se despidió el domingo, pero creí que era broma. No hay nada parecido a él. Será duro para los aficionados porque se hacía querer”. Isco, cuya llegada le quitó foco al alemán, también se mostró extrañado: “Había dicho que seguiría”. Mourinho echó sal en la herida: “Özil es el mejor 10 del mundo”.
El club descarga la responsabilidad en Carlo Ancelotti y también el propio Özil: “En los últimos días me di cuenta de que no contaba con la confianza del entrenador ni de otros responsables. Estoy triste, pero así es el fútbol. Viendo el apoyo de la gente se me pusieron los pelos de punta”. Sus palabras sugieren que Florentino le abrió la puerta. ‘Bild’ lo comparte: “Fue el Madrid quien le empujó al Arsenal”. “A mí no me ha sorprendido. Lo había hablado con él. Es una gran pérdida”, dijo Khedira.
La bienvenida de los jugadores del Arsenal fue calurosa. Cazorla, Podolski, Wilshere, Oxlade-Chamberlain y Ramsey mostraron su entusiasmo a través de Twitter. También el doble campeón olímpico de 5.000 y 10.000 metros, Mo Farah, reconocido hincha ‘gunner’. El club incluyó pronto cinco fotos diferentes del jugador en la portada de su web e invitó a comprar su camiseta con el número 11.
En Madrid, en cambio, se generaba un fuerte debate en las redes sociales. No debió resultarle extraño a Florentino, que en 2000 hubo de soportar manifestaciones de rechazo por la venta de Redondo que enfriaron el golpe de efecto de Figo de unos días antes. La historia se repitió en 2009, cuando tras presentar a Cristiano, Kaká, Xabi, Benzema, Albiol y Arbeloa y gastar más de 250 millones, traspasó a Robben y Sneijder y amargó los postres del banquete. Los dos holandeses acabaron jugando diez meses después la final de la Champions en el Bernabéu con Bayern e Inter.
En Alemania no hubo respuesta unánime. “Özil escapa del circo del Madrid; Wenger entiende a los artistas”, se leyó en el ‘Süddeutsche Zeitung’. El ‘Frankfurter Allgemaine’ disculpó al Madrid al entender que la elegancia del jugador “fue materia de sueños, no de trofeos”, y reconoció su pobre papel en las grandes citas. El director técnico de la Federación Alemana, Oliver Bierhoff, concluyó: “El estilo del Madrid le convenía, pero madurará en Inglaterra”.