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Real Sociedad

Los veteranos de la Real Sociedad apoyan al equipo

Jugadores de brillante pasado, protagonistas en la trayectoria continental del club, se acercaron a las instalaciones deportivas como unos hinchas más para apoyar a los suyos.

Actualizado a
DE LA MANO. Pasado y presente quedaron inmortalizados ayer en las instalaciones de Zubieta.
Amaia Zábalo

La nostalgia tomó la escena ayer por la mañana en Zubieta. En la antesala de la temporada más ilusionante de los últimos tiempos, la historia de la Real se fundió con el presente para hacer piña. Jugadores de brillante pasado, protagonistas en la trayectoria continental del club, se acercaron a las instalaciones deportivas como unos hinchas más para enviar un mensaje de ánimo y confianza a los futbolistas y técnicos. Algunos estuvieron hace una década en la eliminatoria fatídica contra el propio Olympique de Lyon, otros abrieron el camino europeo.

Real Sociedad, SAD

Estaban los últimos campeones, de hace 31 años: Gajate, Periko Alonso, Satrústegui e Idigoras. Más frescos en la memoria se sitúan Mikel Lasa, el expresidente y exjugador Miguel Fuentes, Iñaki Alaba, Juan Antonio Larrañaga, Tomás Orbegozo, Santi Bakero, Agustín Aranzabal, López Rekarte, Iñigo Idiakez y Mikel Labaka. A la vieja guardia representaron Josetxo Araquistain, Irulegi, Carmelo Amas, José Miguel Arregui, Urtiaga, José Mari Martínez, Luciano Murillo e Iñaki Alkiza. No faltaron Lumbreras y Bittor Alkiza, hoy técnicos del primer equipo, así como al delegado de los veteranos, Tinito.

Dos cracks. Griezmann se sentó junto a Satrústegui, que seguro que aún le pudo dar un par de consejos de cómo ser un cazagoles. Irulegi mostraba heridas de guerra en su pierna derecha a Chory Castro y De la Bella. Apoyaron en el entrenamiento, se fotografiaron con la plantilla y charlaron con los chavales sobre sus recuerdos. José Mari Martínez pronunció un discurso, que coronó con un consejo: «Disfrutad» y un grito: «Aúpa Real». "Si se mentalizan y hacen piña, Anoeta será bastión infranqueable", continuó.

"La clave es jugar como la segunda vuelta. Ojalá se puedan compaginar las tres competiciones", resumía Idigoras. "Volver a estar juntos te desata la nostalgia", rememoraba Aranzabal. Y López Rekarte bromeaba: "Me dan ganas de meterme a vestuarios". Santi Bakero puntualizaba: "La Champions es un premio para todos y ojalá entremos, pero no hay que obsesionarse lo importante es centrarse en la Liga. Hemos sido cuartos y parece que es fácil, pero no es así".
En la actualidad realista, la rotura de fibras de José Ángel le mantendrá de baja en el partido de Lyon. Y a falta de unos flecos, Granero dejó encarrilada la cesión a la Real.