El Espanyol empata en el estreno goleador de Soldado como 'spur'

En ocasiones, los extremos se tocan. Y no hablamos de Cristiano o Bale, pues a la espera de saber si jugarán juntos en el Real Madrid, al galés ni siquiera se le vio por White Hart Lane. Nos referíamos a que fue un partido que tuvo mucho de extremos: los del Tottenham, que hicieron sufrir al Espanyol, y la diferencia aparente entre unos y otros, pese a lo cual el marcador fue bastante parejo. Al contrario de lo que sucede en las películas de terror adolescente, los pericos fueron superando el apuro inicial (y eso que sacó Aguire una alineación casi de Liga) para resistir a Soldado, destapar la polivalencia de David López y arañar un empate de prestigio en el duelo estrella de la pretemporada.

Seguramente no entrará en el libro Guiness de los récords, pero pocos debutantes habrán tardado 28 minutos en marcar su primer gol con su nuevo equipo y, además, arropado por una afición que le adora y ovaciona desde el mismo instante de su fichaje. Pues todo eso le sucedió ayer a Soldado. Ese 1-0 que le encumbró llegó de pena máxima por demérito del Espanyol, en una innecesaria entrada de Javi López sobre Rose, un penalti que rubricaba el desquicio de los laterales (y con ello, el cierre de los centrales) en el inicio frenético de los Spurs.

No en vano, a Paulinho le habían anulado un tanto por fuera de juego ya en el 5’. Mientras, el Espanyol se sustentaba en los detallazos de Sergio, los pases de Pizzi y el balón parado. Así llegó el 1-1, al borde del descanso: un certero cabeceo de David López (que se había fajado como nadie buscando criterio al juego perico) a saque de córner de Simao desde la derecha.El Tottenham fue un derroche de intensidad en el inicio de los dos actos. Casilla pronto tuvo que salvar una internada de Walker y un remate de Kaboul. Aguirre quiso atajar la espesura perica con un remedio ya empleado y correcto: Clerc por Simao en el extremo. Un córner forzado por el canterano, de hecho, por poco no culmina en gol de Colotto con la testa. Luego, el Espanyol resistió un 1-1 que le sabe mucho más dulce que al Tottenham.