El arreón final no fue suficiente ante un Milán de suplentes

El Valencia de Miroslav Djukic sigue sin terminar de arrancar. Tras su pobre gira por Alemania, sobre todo en cuanto a resultados, ayer tampoco fue capaz de ganarle a un Milan con muchos suplentes en Mestalla en el primer partido de la Guinness Internacional Champions Cup. Ahora, los blanquinegros seguirán su participación en el cuadro de consolación y se enfrentarán al perdedor de la eliminatoria entre Chelsea e Inter.

La noche empezó con las miradas puestas en el palco donde Soldado se mostraba ante su gente tras una movida semana y con su futuro aún en elaire. Sin el capitán, de momento, arriba hay lo que hay y a este Valencia le falta todavía mucha frescura en el ataque. Prueba de ello es que en la primera mitad prácticamente ni asomaron por la meta defendida por Abbiati. Era el Milán el que estaba más a gusto saliendo a la contra. Se pudieron adelantar los italianos con un penalti alocado de Guaita que él mismo se encargó de detener a Robinho. Pero el brasileño también enmendó su error sólo un minuto después cuando perforó la red culminando una contra. Poca reacción se atisbaba en los de Djukic y más aún con el segundo mazazo de la noche, una obra de arte de De Jong, más acostumbrado a otras tareas menos vistosas. Su balón limpió las telarañas de Guaita y llevaba el 0-2 con el que se llegó al descanso.

Era de esperar que los de Djukic salieran con otro aire del vestuario.Y así fue. Parejo acortó pronto distancias y el carrusel de cambios invitaba cuanto menos a ver cositas de los que iban saliendo. Mestalla encontró motivos para la ilusión, sobre todo con un chaval, Fede, que mostró desparpajo a raudales. De sus botas salieron dos zapatazos que merecieron el empate pero el larguero y Vasconcelos lo impidieron. El público se quedó con el arreón final y con ganas del siguiente partido.