Real Madrid
Media Europa pretendía al brasileño Casemiro en el 2011
Casemiro está siendo uno de los mejores de la pretemporada. El mediocentro está sorprendiendo, pero en 2011 ya era uno de los futbolistas más prometedores de Brasil.
Carlos Henrique Casemiro (23-02-1992, Sao Paulo) tenía muchas novias en Europa antes de recalar en el Madrid. El Roma llegó a ofrecer 17 millones de euros. El Inter, 14. El PSG, 10. Barça, Arsenal, Milán, Chelsea y Benfica también fueron a Brasil a por él. Pero ninguno se llevó el gato al agua. Y resulta difícil entender cómo un jugador con el pedigrí de Casemiro, de 21 años, estrella de la cantera del Sao Paulo, viniera a parar al Castilla cedido y con una opción de compra de 5,3 millones de euros.
"Hemos rechazado ofertas de más de 10 millones por él", aseguró ayer a AS una fuente de la directiva del club brasileño. "Pero el fútbol es así. Uno rechaza una oferta de 10 confiando en que lo va vender después por 20, pero viene una mala racha y cambia todo".
Casemiro conoció los dos lados de la fama muy joven. Debutó con el primer equipo con sólo 18 años. A los 17 ya había rechazado una oferta de 1,5 millones de euros para dejar el Sao Paulo gratis (era juvenil), firmar como profesional por otro equipo brasileño, que haría de puente, y ser traspasado después por más de 15 millones al Chelsea o al Benfica. "No firmé por ética y respeto al Sao Paulo", aseguró Casemiro en esa época.
En 2011, en su primera temporada con el primer equipo, fue titular absoluto en el club y en la Sub-20 de Brasil, con la que ganó el Mundial (eliminando a la España de Isco, Koke y Canales en cuartos) y el Sudamericano.
Internacional. El Sao Paulo recibió muchas ofertas por él y rechazó todas. Era la joya del presidente, Juvenal Juvencio. Estaba prohibido venderle. Renovó pero no fue capaz de asentarse como titular y alternó buenos y malos momentos. Mucho se especuló sobre su comportamiento fuera del campo. Pero el Sao Paulo niega que tuviera algún problema con él. "Es normal que un jugador joven tenga altibajos, pero la gente no lo entiende y busca motivos para acusarle de lo que sea", afirma Juca Pacheco, asesor de comunicación del club. "El ejemplo de su humildad es que aceptara la cesión al Castilla. Pocos en su posición hubieran admitido ir a un filial", añade Pacheco.
Casemiro vio la oportunidad de jugar en el Madrid, confiado en que tenía calidad suficiente y lo apostó todo a sí mismo. Hoy está encantado. Estudia español y le gustan el Museo del Prado y los paseos por el centro con su prometida. "A veces uno debe dar un paso hacia atrás para caminar dos hacia delante," dijo a comienzos de 2012.