Arrancó el Real Madrid feliz

El Madrid de Ancelotti comenzó ayer a trabajar y lo hizo entre risas y bromas. Tras los exámenes médicos, el buen humor presidió la primera sesión de entrenamiento del italiano, quien antes de salir al césped transmitió a sus jugadores lo que espera de ellos: "Vamos a trabajar todos unidos para tratar de lograr los objetivos del club. Confío en vuestro talento y profesionalidad". Tras pronunciar esas palabras, a las 17:30h., Ancelotti saltó al campo 1 de Valdebebas junto a 21 futbolistas (faltaron los lesionados Xabi y Varane, que trabajaron en el gimnasio, Jesé, que jugó el Mundial Sub-20 y los que disputaron la Confecup: Casillas, Ramos, Albiol, Arbeloa y Marcelo) y todos sus colaboradores, entre los que se encuentra su hijo Davide Ancelotti. La sesión se desarrolló bajo un intenso calor, que llegó a alcanzar los 36 grados.

A diferencia de Mourinho, que dirigía personalmente todos los ejercicios tácticos, Ancelotti se mostró prácticamente como un mero observador y delegó en sus colaboradores la dirección del trabajo. Así, el recuperador Santi Lozano dirigió el calentamiento bajo la supervisión del preparador Giovanni Mauri, Villiam Vecchi trabajó con los cuatro porteros (Diego López, Adán, Tomás Mejías y Jesús Fernández) y Zidane y Paul Clement se encargaron del trabajo técnico y táctico. Este último fue el que llevó la voz cantante y el encargado de explicar los ejercicios a los jugadores. Ancelotti apenas hizo alguna observación puntual.

La primera valoración que ha hecho la plantilla madridista de Ancelotti es de total aceptación. La impresión generalizada entre los jugadores es que "parece muy buena persona". Kaká es el único que ya había trabajado con el técnico italiano durante su etapa en el Milán, pero las referencias que ha dado a sus compañeros son óptimas.