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BRASIL 2014

La Fiscalía de Brasil desafía a la FIFA y pone en riesgo el Mundial

El Ministerio Fiscal cuestiona la ley que le da al máximo organismo del fútbol las garantías que dice necesitar para organizar el evento y en Suiza ya se habla de cambio de país.

Actualizado a
El presidente de la FIFA, Sepp Blatter
ABIR SULTANEFE

La Fiscalía brasileña ha cuestionado ante el Tribunal Constitucional del país la legitimidad de la denominada 'Ley General del Mundial' y la posibilidad de un cambio en la legislación brasileña a menos de un año del comienzo del Mundial ha caído como una bomba en los despachos de la FIFA, en Suiza.

Según averiguó el diario Estado de São Paulo en su edición de hoy, el máximo organismo del futbol internacional estaría estudiando la posibilidad de llevar el Mundial a otro país que estuviera dispuesto a aceptar las condiciones impuestas por la FIFA y cuestionadas por las autoridades brasileñas. El cambio de la 'Ley General del Mundial', en la mejor de la hipótesis, causaría pérdidas millonarias al organismo.

Negociada durante años por el expresidente Lula y finalmente promulgada el año pasado por la presidenta Dilma Rousseff, la aprobación de la ley fue postergada en varias ocasiones debido a los acalorados debates en el Congreso brasileño. Sus detractores argumentaron que el Gobierno le estaba dando demasiado poder a la FIFA.

La legislación dicta las relaciones entre el país y la FIFA y da, en la práctica, superpoderes a la entidad, como la exención de pagos de impuestos y la suspensión de actividades comerciales de empresas con ubicación próxima a los estadios y no tengan acuerdos con el organismo.

El fiscal general, Roberto Gurgel, ha puesto en duda la constitucionalidad de la ley del Mundial, argumentando que algunas cláusulas violan la garantía constitucional de los ciudadanos a recibir trato igual, así como cláusulas de la legislación fiscal brasileña.

Según el Estado de São Paulo, la FIFA asegura que la ley respeta plenamente los principios de la Constitución de Brasil, pero entre bastidores, ha advertido que un cambio en las reglas en el año del Mundial haría imposible que el proyecto avance. La entidad depende de los beneficios de un Mundial para sobrevivir durante los próximos cuatro años.

La relación entre el Gobierno brasileño y la FIFA es cada vez peor

Si la relación entre el gobierno de la presidenta Dilma y la FIFA ya era mala por las protestas durante la Copa Confederaciones, este nuevo incidente ha escalado el conflicto a niveles todavía peores.

Eso porque el recurso presentado por la Fiscalía es un riesgo legal y concreto en un momento en que todos los patrocinadores ya han pagado para tener la exclusividad en el Mundial y podrían demandar a la FIFA por no cumplir este contacto.

Según la 'Ley General del Mundial', los patrocinadores tienen el derecho de ser las únicas marcas presentes no solo en los estadios, sino además en las calles de los alrededores.

Para la FIFA, el Gobierno tiene el compromiso de defender la ley, aceptada por el expresidente Lula en el 2007. La reacción dentro del organismo es la de que, una vez firmado el acuerdo, un país no puede "cambiar de opinión".

Las exigencias de la FIFA son tan importantes que, sin la garantía de un gobierno de que estas serán aceptadas, un país es prácticamente descartado como sede de un Mundial. Un ejemplo es el caso de la candidatura de Bélgica para el Mundial de 2018 que, después de rechazar la exención de impuestos a la FIFA, obtuvo solo dos votos, uno de ellos de su propio representante.