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MUNDIAL SUB-20 | URUGUAY 1 - ESPAÑA 0

Uruguay termina con el sueño de España en el Mundial Sub-20

La Selección se despidió en la prórroga. Avenatti marcó de cabeza en el minuto 103 el gol que eliminó a España en los cuartos de final.

Actualizado a
Avenatti marcó para Uruguay.
Avenatti marcó para Uruguay.OZAN KOSEAFP

El sueño de España en el Mundial quedó truncado por la histórica y loable competitividad uruguaya, que volvió a aparecer para decantar un encuentro que pudo caer de cualquier lado. Enseguida se vio que el partido iría para largo. España respetaba a Uruguay y Uruguay a España, como no podía ser de otra manera a estas alturas del torneo. Lo importante era no hacer concesiones, pues arriesgar demasiado costaba la eliminación. Pese a ello, la Selección quiso dominar y poco a poco lo logró. Suso arrancó de falso nueve, aunque al cuarto de hora pasó a la banda derecha y ahí es donde más cómodo se sintió. Con él mejoró el equipo hasta parecerse a la versión idónea, algo necesario para un encuentro tan espinoso como este.

Ese dominio español hubiera ido a más en otras circunstancias, pero frente a Uruguay y en unos cuartos de final toda prudencia es poca. Para corroborarlo, País y De Arrascaeta remataron de cabeza un par de jugadas a balón parado, el mayor miedo con el que contaba España. Luego se comprobaría. También Deulofeu se topó con el palo en un córner directo, aunque el mejor fútbol español surgió cuando Óliver tomó la manija.

En una jugada suya, estupenda como siempre, Deulofeu remató desviado y en pleno apogeo, justo antes del descanso, Suso probó desde lejos para cruzarse con De Amores. Había elementos suficientes como para pensar que el trabajo traería sus frutos, siempre con reservas, eso sí. Faltaba que Deulofeu eligiera mejor y que Jesé apareciera para decidir, como acostumbra. Pero esta vez no era el día.

La angustia se hizo mayor según maduró el choque. Campaña lo buscó desde lejos, al igual que Laxalt, y los cambios aumentaron los niveles de riesgo. El mediocentro sevillista dejó su lugar a Alcácer, un nueve puro, y el valenciano acarició el gol en un par de remates de cabeza. Sin embargo, las ocasiones más claras fueron un remate fallido de Jesé y, sobre todo, un cabezazo de Rolán en el descuento que salvó Sotres dejándose para ello el tabique nasal en el intento.

Sólo la prórroga podía decantar una batalla psicológica que cuanto más larga fuera, más convenía a Uruguay. Los charrúas lo sabían y aguantaron a que España fallase. Y lo hizo. En un córner, cuando las fuerzas flaqueaban, cuando incomprensiblemente la defensa zonal emparejó a Bernat con Avenatti -16 centímetros de diferencia-, llegó el mazazo que nadie esperaba. El sueño español se difuminaba pese a que Puerto tuvo el empate casi a continuación. Pero no. Uruguay es Uruguay, tengan la edad que tengan sus futbolistas. España, talentosa pero tierna, lo comprobó entre lágrimas. Otra vez será.