Bale no dejará el Tottenham sin que haya acuerdo entre clubes

Gareth Bale se ha ido de vacaciones (y sus representantes y Villas-Boas) con la sensación de que no va a pasar nada pronto, que lo suyo se va a convertir en la saga de este verano y que la conclusión es incierta. El Madrid, o mejor el binomio Florentino-Zidane, le ha identificado como el objetivo primordial para la temporada próxima. No existe ya en el mercado jugador más resolutivo ni más caro. El Tottenham no le quiere vender (o sea, en realidad no está en el mercado) y el presidente Daniel Levy así se lo ha dicho a Villas-Boas.

Una reunión prevista esta semana entre los representantes del futbolista galés y la institución se ha dejado para el mes que viene. La idea es que el club le ponga precio: se habla de 90 millones de euros, aunque hace seis meses se llegó a filtrar que por 50 el Tottenham podría planteárselo. Eso era antes de que se convirtiera, sin duda alguna, en el mejor futbolista de la Premier.

El mayor problema con el que se va a encontrar el Real Madrid es que Bale no hará un esfuerzo a lo Modric para rebajar su precio, en ningún momento se declarará en rebeldía. Por eso están todos de vacaciones y con total tranquilidad. Si alguien quiere algo, vienen a decir, ya saben dónde estamos todos. Consciente de que este verano iba a ser largo, Bale no quiere saber nada de portadas ni negociaciones potenciales, se ha alejado del mundanal ruido.

Estadio. El Tottenham inaugurará un estadio nuevo en dos temporadas y querría que Bale fuera la estrella y que la primera vez que se juegue fútbol europeo sea en la Champions, así que desea mejorar, no vender. Los Spurs tienen otra carta: Bale es un chico tímido y tranquilo, de 23 años, que no conoce la presión al máximo nivel. No es que la tema, pero en el club sospechan que dar el salto a un Madrid y a otro país con otro idioma es algo a lo que le costará acostumbrarse. Bale ha madurado y hace doce meses sus representantes le oyeron decir que le gustaría jugar en un grande, y especialmente en uno de nuestra Liga, y desde entonces han explorado la posibilidad. Pero en ningún momento le presionaron para que el traspaso tuviera lugar pronto. Bale se tiene que preparar, adquirir más fortaleza mental. Sus agentes le ven preparado; el club, no.

En el Tottenham se hace un cálculo interesante: si el Madrid estaba dispuesto a pagar 150 millones de euros por Neymar y pongamos que fichan a Isco (35 millones) y a Luis Suárez (unos 35-40 millones más), todavía les quedaría para hacer una oferta considerable por Bale, quizá suficiente.