El Valencia presiona a la Real en la lucha por la Champions

El partido del Coliseum lo decidió un gol de laboratorio, una jugada ensayada, una falta tocada en corto hacia Banega. El argentino, al llegar al balcón del área, frenó en seco y habilitó un balón templado ante la plácida llegada de Mathieu. Mathieu, de perfil zurdo, se colocó al gusto y enganchó el balón potencia y precisión. Gol. Más bien, golazo. Curioso caso el de Mathieu y su enorme capacidad de polivalencia, pues cuando llegó a España jugaba de interior izquierdo, luego pasó a ser lateral y ahora juega de central.

Pelear por la Champions se presta a un esfuerzo mayor que perseguir un octavo puesto que ya se verá si esconde el premio de una plaza para la Europa Legue. Con esa convicción salió el Valencia, pareciendo más que el Getafe desde el inicio y teniendo la primera oportunidad de gol, un remate de cabeza de Soldado (minuto 9) al que el delantero llegó muy forzado en el salto y no pudo ajustar. La jugada y el pase fueron de Guardado, que había hecho veta por la banda izquierda como luego lo haría también Cissokho.

También de cabeza legó la primera del Getafe. La tuvo Fede al rematar ajustadito al poste un córner lanzado por Pedro León.

Pedro León realizó un segundo intento, en el 31’. La noticia fue que pegó mal al balón, él, que siempre golpea de maravilla. La razón, golpeó con la izquierda.

Todo lo que hizo el Getafe, poco, sucedió antes del descanso. Una nueva contra llevada por Pedro León acabó en un centro cerradísimo que se iba envenenando cada vez más cuanto más se acercaba a Guaita. El portero finalmente llegó para palmear hacia atrás y Guardado desvió a córner. Ese fue el detalle. Guardado para arriba, Guardado para abajo. Solidario en el esfuerzo como lo fue todo el Valencia.

Al inicio de la segunda parte, el Getafe tuvo la ocasión de empatar. La gran oportunidad fue en el minuto 46, pero a Lafita no le dio tiempo a prepararse bien para el disparo. Fue el primer y único remate del Getafe entre los tres palos: flojo, al centro y a las manos de Guaita.

Soldado tuvo en el 48’ la ocasión de decidir el partido, tras un gran control-regate con el que se deshizo de Fede, se quedó solo delante de Moyá, pero el portero le adivinó la intención y le sacó su vaselina. Magnífico Moyá.

Poco o nada más ofreció el Getafe, reducido a la mínima expresión por un gigante Albelda, que en el centro del campo puso más controles que la Guardia Civil en una autopista y que se comió a Xavi Torres, Lacen y al que su lado pasase. Ocasiones tuvo el Valencia pero todas las falló. Jonas, Soldado, Banega y Feghouli, ninguno de ellos acertó.

Posiblemente no fue el mejor partido del Valencia, seguramente sí el peor del Getafe esta temporada. Al Getafe, el sueño de la Europa League le queda difuminado. El Valencia, en cambio, tiene la Champions en su mano, aunque su máximo rival, la Real Sociedad, cumplió en su compromiso en Sevilla.