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HUESCA 0- LAS PALMAS 0

Las Palmas se olvida de jugar al fútbol contra el Huesca

El meta del Huesca Zabal paró un mano a mano en el último minuto a Thievy. Los locales secaron a Las Palmas en un partido feo de los amarillos.

Actualizado a

Nada. Nada de juego, nada de goles y, lo peor, nada de ganas. El Alcoraz sacó lo peor de la Unión Deportiva. Como alguien que llega al trabajo, cansado e irritado, esperando que pase la jornada laboral para volver a tumbarse en el sofá de su casa. Decepcionantes noventa minutos de los amarillos ante un Huesca que secó el partido y al rival.


Con el pitido inicial, los oscenses avisaron primero por medio de Tariq, entonando un ‘aquí estamos’. Con ello, ganaron confianza para amilanar a los amarillos durante diez minutos. Con calma, Las Palmas volvió a tirar de la velocidad de Thievy para meterles el miedo en el cuerpo. Zabal paró al francés un mano a mano. Pero los de D´Alessandro seguían atosigando en el medio y Las Palmas, sin luz en la zona de creación, se dedicaba a mandar balones largos al francés para que intentara hacer algo con la pelota. El resto del equipo se dedicó a defender y esperar a que el compañero de al lado hiciera algo. Mientras, el Huesca cabalgaba entre la emoción de atajar los nulos intentos de su rival y la desesperación por sufalta de acierto en el ataque.

En la segunda parte, el partido se empobreció aún más. Entre faltas, patadones y errores, ambos contrincantes empezaron a ponerse nerviosos. Las Palmas se contagió del estilo de su adversario y cayó en sus propias redes. Atasco mayúsculo. Los de Lobera, al igual que en el anterior choque ante el Sporting, empezó a jugar con fuego. Incluso Lázaro tuvo el gol de la ilusión.


Cuando peor pintaba todo, el técnico amarillo encendió las luces con la entrada de Momo. Toda una declaración de intenciones. Las Palmas tomó la iniciativa que no había tenido durante el encuentro. El resultado fue que Thievy volvió a tener la oportunidad de lograr un final feliz, pero el destino quiso convertir a Zabal en el héroe.