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Barcelona

Sandro Rosell toma el mando en el Barcelona y tirará de cartera

Manejará un presupuesto 50 millones para comprar jugadores, a los que sumará los que lleguen por ventas. No quiere ser "intervencionista", pero seguirá todas las operaciones.

Actualizado a
Confían en que Valdés se quede hasta junio de 2014.

La ecuación puede parecer complicada, pero no lo es tanto. Al Barcelona le hace una remodelación de la plantilla, con cuatro o cinco cambios de cromos que le den un aire fresco, pero que no dinamiten (no tienen por qué hacerlo) la base actual que tantas y tantas alegrías dio en los últimos años. Para ello, para poder gestionar el cambio, el presidente Sandro Rosell agarrará con fuerza el volante y será él quien dirija las operaciones, las sencillas y las complicadas.

No se trata de ser "intervencionista", como le acusaron en la campaña electoral de 2010, sino de poder colaborar directamente con Josep María Bartomeu, el vicepresidente deportivo y con Andoni Zubizarreta, cabeza visible del área de fútbol. Hasta el momento parece que siempre se había mantenido al margen, pero desde el próximo verano, las cosas serán diferentes. Para Rosell, el trabajo realizado hasta ahora ha sido "muy bueno", pero él entiende que debe haber una vuelta de tuerca y que el verano se presenta movido.

De entrada, los azulgrana dispondrán de una partida de 50 millones de euros para poder invertir. Puede ser insultante pensar que la cantidad se quedará corta para remodelar al equipo, aunque sólo por telefonear desde los despachos del Camp Nou al club que tiene en propiedad el jugador deseado, el precio ya sube unos cuantos millones y más si estos saben que los azulgrana necesitan refuerzos; eso puede encarecer mucho más el objetivo, sea quien sea.

A estos millones se le deben sumar los que llegarán por las ventas de jugadores. En esa lista pueden aparecer nombres como el de Villa, Alexis, Song o el propio Fàbregas, aunque el catalán fue una apuesta seria de la entidad hace dos temporadas y una salida ahora sería reconocer que el esfuerzo realizado por traerlo entonces fue inútil.