Óscar y Javi Guerra devuelven la primavera a Zorrilla

Vuelve a salir el sol en Valladolid. Y no sólo meteorológicamente, sino en el aspecto deportivo. Después de cinco jornadas sin ganar, cuando las alarmas parecían encenderse recordando viejos fantasmas, aquellas temporadas en las que los pucelanos sufrieron por pájaras espectaculares cuando tenía la salvación a tiro, el equipo de Djukic soltó un encuentro completísimo para sumar 38 puntos y alejarse de la zona del miedo. Mientras tanto el Getafe estuvo rácano en la primera parte, sumiso en la segunda y sólo dio sensación de querer sumar cuando se vio por detrás del marcador, rompiendo su racha de siete partidos sin perder y cinco sin encajar.

El Valladolid no tuvo suerte en la primera parte, jugó de manera sensacional, superando la presión inicial de los azulones y tuvo muchas ocasiones, pero no las pudo materializar. Un poco por la mala puntería y otro por la tarde inspirada que tuvo Codina. De esta manera, el portero del conjunto madrileño se tuvo que lucir ante Ebert, Manucho, Larsson y Óscar en 10 disparos a portería que parecía una diana en la que los pucelanos no acertaban en el centro, en el gol. El portero del Getafe las sacó de todos los colores, para desesperación de los atacantes blanquivioletas y de la afición local que disfrutó de 44 minutos porque en el último y tras una falta clara de Alexis a Larsson la jugada llegó al lado contrario, los centrales locales se olvidaron de Alcacer al que le llegó un balón bombeado y el jugador de la cantera del Valencia, pretendido también por el Valladolid en verano, la peinó para sorprender a Dani. 0-1, tan injusto como inamovible porque el Getafe hasta ese momento no había disparado a portería.

La tragedia empezaba a asomarse en Zorrilla, pero los jugadores de Djukic, enrabietados por ese gol en la última jugada de la primera parte bordaron el fútbol en la segunda. Recordaron a ese equipo que maravilló la temporada pasada y pasaron por encima a un equipo madrileño que defendía el resultado con uñas y dientes. Larsson, el sueco, jugó su mejor encuentro con la camiseta blanquivioleta, buscando las espaldas de los centrales visitantes. ¿Y Dani? Pasando la tarde, hasta ese momento apenas había tocado el balón, sólo para sacarlo de la portería en el gol visitante. El ataque getafense era inexistente, así que las oportunidades del Valladolid seguían cayendo. Óscar lo intentó, pero el disparo se le fue por poco. No como en la siguiente jugada. Entonces Rubio metió un pase medido por encima de la defensa y el charro marcó de cabeza su undécimo gol y el tanto del empate. Pero el Valladolid quería más. Pasaba por encima del Getafe y en la siguiente jugada Javi Guerra se acomodó un pase de Óscar con el pecho para batir a Codina. Justicia.

Entonces el partido se encendió un poco más. Alexis agredió a Ebert y fue expulsado. Pudo sentenciar el Valladolid con contragolpes de Larsson, Ebert y Guerra, pero Codina estaba en plan estrella, no lo permitió dando la oportunidad a sus compañeros de buscar el empate y éste pudo llegar en la última jugada, pero Diego Castro lanzó fuera. Victoria sanadora para el Valladolid y derrota justa para el Getafe, que tropieza en su lucha por llegar a Europa. La primavera llegó a Valladolid.