El Galatasaray ya está en Madrid: "Venimos para ganar..."

A las 20:55 horas, con casi media hora de retraso, la expedición del Galatasaray daba la primera señal de haber tomado tierra en el aeropuerto de Barajas. Un tuit de Felipe Melo ("¡Ya estamos en Madrid!") empezó a correr como la pólvora por las redes sociales. En muy poco tiempo ya tenía centenares de respuestas y retuits de hinchas de Galatasaray. Sin embargo, en Barajas, el número de ellos presente era escaso, unos 20, aunque, eso sí, se emplearon a fondo.

Ataviados con camisetas y bufandas con los colores del Galatasaray la veintena de aficionados corearon los nombres de sus ídolos durante más de media hora. Sin descanso. Y curiosamente y tras la llegada de Sniejder y Drogba a la entidad, el más aclamado fue el técnico Fatih Terim.

El entrenador turco salió el primero, encabezando la expedición, con su bronceado al estilo patrón de yate y su figura erguida. Conocido como El Emperador (por su fuerte carácter e incluso porque antaño tenía un retrato de Napoleón en su despacho, no en vano es un amante de las tácticas militares) es un héroe en su país desde que el Galatasaray pasó su época dorada con él de 1996 a 2000. Ganó cuatro Ligas consecutivas, dos Copas de Turquía y una UEFA. Y se fue a Italia (le sucedió Lucescu, con el que ganaron la Supercopa al Madrid). Terim agigantó su mito en la Eurocopa de 2008 al llevar a Turquía a semifinales, igualando el tercer puesto del Mundial de 2002.

Ahora, Terim, el hombre de las declaraciones altisonantes, de ideas claramente nacionalistas que no esconde, ha vuelto al Galatasaray a intentar hacer historia. Lo llevó a ganar la pasada Liga (venía de ser octavo) y a disputar, por tanto, la fase de grupos de la Champions (cosa que no sucedía desde la temporada 2006-07).

Sólo él, Terim, atendió brevemente a la prensa turca dentro de la terminal: "Respetamos al Madrid pero venimos a hacer nuestro trabajo. Es una cita histórica para nosotros". Y el presidente Unal Aysal se paró frente a los seguidores para intercambiar unas frases y agradecer el apoyo. Los jugadores, en cambio, se escabulleron por el cordón policial. Sólo Eboué tenía permiso para hablar: "Respetamos mucho al Madrid", parafraseó a su técnico, "así que hemos venido a dar lo mejor de nosotros. Queremos ganar, pero sabemos que será difícil. Lo que está claro es que vamos a luchar".

Ya a las puertas del hotel, sin el acoso de los medios (pero con fuertes medidas de seguridad ordenadas al personal del recinto por el propio Terim), AS pudo conversar brevemente con Sneijder. Fue el último en bajar del autobús (el primero, claro está, Terim). "Menudo frío hace aquí", fue su primera observación. Jugará por primera vez ante el Madrid desde que se fue, la segunda en el Bernabéu tras ganar la Copa de Europa con Mou ante el Bayern en 2010. Así que, tras varias frases protocolarias de reencuentro, le ponemos la muleta por delante: "¿Pueden ganar aquí o no?". "Eso espero", y resopla. "Para eso hemos venido". Un mensaje optimista que concuerda con el que Terim quiso enviar tras ganar en Liga al Büyükçehir: "No tenemos miedo al Bernabéu". Hay respeto, pero no miedo. Esa palabra no entra dentro del vocabulario de los turcos...