Del Bosque tira de Xabi Alonso y Xavi y del doble pivote

España ha pinchado en los dos últimos partidos de clasificación para el Mundial. Son los dos únicos encuentros en los que Del Bosque no ha podido alinear su famoso doble pivote (Xabi-Busquets), el eje de La Roja en Sudáfrica 2010 y en Ucrania y Polonia 2012.

En el partido del Vicente Calderón contra los franceses, más allá del error de Juanfran en la zona Cesarini o del penalti fallado por Cesc, lo que de verdad echaron en falta los técnicos de la Selección fue "el doble pivote". "Puyol y Piqué no estaban, Javi Martínez jugaba poco en el Bayern Múnich, y además como centrocampista, y Albiol no tenía ritmo. El más idóneo para jugar junto a Sergio Ramos en el centro de la zaga era Busquets, y eso suponía renunciar al doble pivote". El experimento salió mal. Francia empató en Madrid.

Se podría pensar que lo del Calderón fue mala suerte, pero los técnicos de la Selección no piensan así ni tampoco les vale ese consuelo como excusa. "Francia fue mejor en la segunda parte, superó a la Selección de una forma nítida y eso lo sabe y lo reconoce Del con toda seguridad al doble pivote y pondrá el eje Busquets-Xabi por delante de los centrales, Sergio Ramos-Piqué. Esa simple modificación dará más seguridad al equipo. La otra, la entrada de Xavi, le otorgará más ocasiones de gol por la maestría del catalán en la elección y la ejecución del último pase.

Además de su aportación al juego, la segura presencia de Xabi y Xavi en el Estadio de Francia le dará a España un poso que le faltó en Gijón. El poso de la experiencia. En una Selección con seis jugadores centenarios (Casillas, Puyol, Xabi Alonso, Xavi, Torres y Ramos) parece mentira que en El Molinón sólo pudiera jugar uno, Sergio Ramos que además cumplió los cien partidos esa noche. Mañana en París será distinto. Habrá más peso. A Sergio Ramos se le unirán Xavi y Xabi, más Casillas en la tribuna. Sin duda un alivio, estando como estamos con la amenaza de la repesca sobrevolando nuestras cabezas. Pero pese a ese riesgo, los técnicos, la afición y las apuestas confían en España. Es una Selección joven y campeona (el equipo de Gijón tenía 27 años de media) y puede ganar aquí. Pero por si acaso, París bien vale una misa.