Sneijder busca una segunda oportunidad en la Liga turca

Sneijder no tardó mucho tiempo en sentir el calor y, más que eso, la presión de los aficionados del Galatasaray. El coche que lo transportaba del aeropuerto de Estambul a las oficinas del club para firmar su nuevo contrato fue, literalmente, zarandeado por el millar de eufóricos hinchas que le daban la bienvenida. Portaban pancartas, banderas y bengalas. Sneijder supo en ese momento que debía ganarse su corazón o tendría problemas.

Fue a finales del mes de enero, cuando pudo terminar por fin una relación con el Inter que pasó del amor al odio. El amor coincidió con la etapa de Mourinho en el Inter, con el que llegó a ganar la final de la Champions en 2010. Y la jugó ante el Bayern de Robben. Los dos holandeses se sentían despechados con el Madrid, que les había vendido el verano anterior por el bajo rendimiento de uno (y sus frecuentes salidas) y las constantes lesiones del otro. Curiosamente, los dos casi saborearon su venganza total en la final del Mundial jugada ante España también en 2010. Pero la perdieron. Como también perdió Sneijder el Balón de Oro de aquel año cuando estaba seguro de que lo ganaría tras alzar la Champions (y ganar el triplete con el Inter) y llegar a la final del Mundial, en el que fue máximo goleador con cinco tantos (empatado con Müller, Villa y Forlán).

Recordando al Madrid, el 5 de diciembre de 2010 llegó a decir en una entrevista en las centrales de AS: "Sí, salía mucho, hasta que un día me levanté y me dije: '¿Qué estás haciendo?". Salió del club blanco por la puerta de atrás. Igual que en el Inter, donde sólo hizo una buena temporada (la primera). Ahora tiene una segunda (o tercera) oportunidad en el Galatasaray, donde ha jugado ocho partidos de Liga y marcado dos buenos goles, y los octavos de final ante el Schalke. Aún no está en su mejor forma, pero espera con sangre en el ojo al Madrid, como esperaría al Inter para demostrar que sigue siendo la estrella que ambos equipos ficharon.­-