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BARCELONA 3 - RAYO 1

Messi y Villa, una pareja feliz

El Barcelona mantiene la distancia con Real Madrid y Atlético gracias a su victoria ante el Rayo. Marcaron Villa y Messi, que firmó un doblete. Tamudo anotó para el equipo vallecano.

Actualizado a
Messi y Villa, una pareja feliz
LLUIS GENEAFP

Tres puntos más y una jornada menos para llegar al objetivo. El Barcelona liquidó la visita del Rayo Vallecano en base a las asociaciones sentimentales. La de Jémez respecto al fútbol de Guardiola y la de Villa y Messi formando una sociedad letal en ataque. El Rayo llegó al Camp Nou con una idea admirable de fútbol, que ya quisiera el equipo blaugrana que adoptaran todos sus rivales. De hecho, las estadísticas no engañan y el partido se desarrolló justo en base al guión previsto que atendía al atrevimiento Vallecano. El Rayo acabó el partido chutando más que el Barcelona. Los de Jémez dispararon 15 veces contra Pinto y los de Roura, 13 contra Rubén. Ambos equipos estuvieron en sus números. Lamentablemente para el Rayo y afortunadamente para el Barça, también mantuvieron su ratio de efectividad. Ganó el Barça 3-1. Dos de Messi y uno de Villa. El del Rayo lo marcó Tamudo en la primera pelota que tocó. Ese huele carne blaugrana y se le retuerce el colmillo cosa mala.

Al Barça le pesó la resaca de la gesta europea ante el Milán, pero se encontró con el mejor rival para pasarla. Es el Rayo un equipo valiente, descarado, que quiere el balón y que le juega de tú a tú a cualquiera. O dicho de otra forma, uno de los pocos equipos del mundo a los que el Barça le puede marcar de contragolpe. El Rayo fue a por el Barça, y el Barça les fulminó sin tener que hacer un gran partido.

Villa-Messi. La asociación entre Villa y Messi le bastó al equipo blaugrana para cimentar su triunfo. Más allá de proyecciones sobre si lo que pasa en el campo es el reflejo de la vida personal, quedó claro que ambos son dos enormes jugadores de ataque, que si ven al otro desmarcado, le dan la pelota. Buscar reconciliaciones o diferencias en sus actuaciones sobre el césped es inútil. Durante los 90 minutos funcionan y el uno mejora al otro. Y eso es más que suficiente.

Si bien el dúo de ataque del Barça solventó el partido con nota, no puede decirse lo mismo de otros actores de reparto que salieron en busca de un lugar para discutir jerarquías al titular de la plaza. Así pues, Fàbregas fue intrascendente; Thiago, inconsistente; Adriano frágil y Alexis, fallón. Todo apunta a que de cara a los partidos serios que se adivinan, los mimbres de Tito, al que se le espera en Barcelona dentro de poco, serán los de siempre.

Desde el primer minuto el Rayo demostró que teniendo solucionada prácticamente su permanencia, le importaba más la imagen a ofrecer que el rédito en forma de puntos. Y desde su buen trato a la pelota, su planteamiento ofensivo, su descaro y su juego de combinación, se puede decir que hicieron una gran campaña de imagen. Perdieron por 3-1, pero desde el Betis de Mel, pocos equipos le han jugado tan bien al Barça utilizando las armas de los blaugrana.

En un partido planteado sin tregua por el entrenador del Rayo, la clave estaba en quien marcara primero. Tras un larguero de Messi, Villa no perdonó a la segunda oportunidad. El Rayo sí que había perdonado y antes de darse cuenta, Messi les marcó el segundo de contragolpe. En la segunda parte, ambos equipos firmaron un intrascendente bello partido.