Una goleada de Champions

La efectividad de la Real destrozó al Valladolid en un cuarto de hora y le coloca en posiciones Champions, al menos hasta que juegue el Málaga. El partido no tuvo mucha historia. Y es que la Real sentenció el partido en la primera parte. El Valladolid salió con la intención de atrancar la elaboración donostiarra y durante media hora lo consiguió. Vela, Griezman y Prieto no conseguían entrar en contacto con el balón, pero su equipo iba subiendo su nivel de presencia ante la portería de Dani gracias a Illarramendi. Todo lo contrario que los de Djukic que se centraban en defender y esperar una contra letal que nunca llegaría. La Real tenía el balón, buscaba los huecos y le costó 32 minutos en encontrarlo. Entonces, después de una falta lateral el balón le llegó a Griezmann que batió con facilidad a Dani.

Los blanquivioletas parecieron acusar el golpe. No había plan B y la Real resacó provecho de ello. Primero Agirretxe con un disparo a la escuadra y después, de nuevo, Griezmann se aprovecharon de la empanada de los centrales pucelanos que si habitualmente están brillantes ayer se presentaron con una torrija impresionante. Al descanso el partido estaba sentenciado ya que no daba la sensación de que la Real fuera a despistarse, ni que el Valladolid tuviera el afán y las armas para realizar una remontada histórica.

Con la salida de vestuarios, se vio que la Real no iba a relajarse mucho. De ahí que en una preciosa jugada en el borde del área llegara el remate de Xabi Prieto para hacer el cuarto. Cinco disparos a portería de los donostiarras, cuatro goles hasta ese momento. No se puede decir que sea culpa de Dani Hernández, pero tampoco paró ningún balón hasta ese momento. La primera la detuvo a remate de Prieto. Ahí sí evitó el quinto.

Lo más triste del Valladolid es que hasta ese momento ni se asomó a la portería de Bravo. Entonces los de Montanier dieron por acabado el partido y eso dio una oportunidad a los blanquivioletas para estirarse. Manucho se quedó solo en el minuto 59 ante Bravo, pero se lío y no fue capaz de anotar el gol de la honra. Era el primer disparo del equipo visitante, que pareció dar un paso adelante con la intención de salvar, al menos, el honor. Lo intentó Omar, pero el que acertó fue Guerra tras una buena jugada de Óscar que colocaba el marcador en 4-1, pero pudo ser peor ya que Pardo disparó al larguero y Griezmann tiró fuera. De esta manera, los donostiarras duermen en zona Champions y el Valladolid tropieza, pero sin escándalos. Su buena situación en la tabla impide que el terrible partido de ayer tenga consecuencias.