NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ITALIA | GENOA 0 - MILÁN 2

El Milán gana sin sudar y llegará lanzado al Camp Nou

Los de Allegri no necesitaron esforzarse mucho para vencer al Genoa. Se adelantaron con un magnífico gol de un Pazzini tocado y se echaron atrás. Luego, Balotelli sentenció.

Actualizado a
Pazzini celebra el primer gol del Milán que metió completamente cojo.
Pazzini celebra el primer gol del Milán que metió completamente cojo.GIUSEPPE CACACEAFP

El Milán ahorró esfuerzos para el decisivo partido que le espera el martes en el Camp Nou y ganó con lo justo al Genoa, y eso que Allegri salió casi con toda su artillería (Abate, Ambrosini y Boateng fueron los únicos cambios con respecto al equipo que ganó al Barça). En cuanto un heroico Pazzini logró el primer gol medio cojo, los de Allegri cerraron filas y se fueron para atrás, a cuidar sus dominios sin sudar. Los locales tuvieron oportunidades para lograr algún tanto, pero entre Abbiati, el palo y el árbitro formaron una barrera imposible de superar. Balotelli hizo el segundo y el Milán se quedó con diez porque a Constant le entró una locura incomprensible, pero para entonces ya lo tenía todo hecho. Los rossoneri siguen con su buena racha (en los últimas quince jornadas ha conseguido 38 puntos), mantienen la distancia con Inter y Lazio y se acercan a dos puntos del Nápoles. Lo única mala noticia para ellos, no saber si podrán contar el martes con Pazzini...

El inicio fue respetuoso con los espectadores tardones que ocuparon su butaca en el Luigi Ferraris con el partido ya comenzado, puesto que hasta un tímido disparo de Bertolacci en el minuto 9 no pasó absolutamente nada. Poco a poco, el Milán se iba imponiendo y asediaba continuamente el área local. Por tanto, no sorprendió que se adelantara en el marcador, lo que sorprendió fue cómo lo hizo: con un disparo a la escuadra de un Pazzini completamente cojo tras recibir una fuerte entrada de Portanova. Asombroso. Giampaolo lo celebró y acto seguido se marchó del terreno de juego, casi sin poder andar, dando entrada a Balotelli, que al minuto de salir ya vio amarilla.

Por delante en el marcador, pero con la preocupación de la lesión de uno de sus hombres más importantes, y con el Barça esperando herido y con el cuchillo entre los dientes, los hombres de Allegri cedieron la posesión y el campo agazapándose en su área como un conejo que intenta ser cazado en su madriguera. Los de Ballardini se hicieron con la posesión y con las escasas ocasiones, pero ni Borriello ni el colegiado, que obvió una mano clara de Zapata en el área, estuvieron acertados y el Milán llegó al descanso manteniendo su renta.

El partido se reanudó con Yepes sustituyendo a Mexès como medida de precaución de Allegri, puesto que el central francés arrastra algunas molestias físicas y es un fijo para el martes. Sin tiempo de desperezarse, Bovo hizo temblar los cimientos del Milán y de la portería de Abbiati con un lanzamiento de falta magnífico que se estrelló en el palo. El Genoa daba pero sin hacer daño y eso ante un histórico como el Milán pasa factura. Flamini avisó con un disparo que hizo estirarse a Frey hasta la eternidad y luego Balotelli aprovechó un mal despeje de la defensa genovesa en córner para hacer el segundo gol de los rossoneri. 0-2 y sin sudar.

Con el enfrentamiento prácticamente decantado, Constant puso el toque de guindilla. Tras recibir una patada de Bovo, el lateral montó en cólera y fue expulsado por Damato. Jurando en arameo se fue al túnel de vestuarios, citando previamente al del Genoa para tener un encuentro tras el partido… Allegri se vio obligado a recomponer filas y tiró de Abate. El Sharaawy, apático en todo momento, al banquillo para estar fresco para la gran cita. Y el Genoa, expoleado por su público y por la situación, se fue arriba decidido a derrumbar la trinchera milanista, pero Abbiati no estaba por la labor de dejarles. El Milán achicó con éxito hasta el final y se fue de Génova con los tres puntos, el ánimo y las piernas por las nubes y dispuesto a amargar la noche del martes a los culés.