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FC BARCELONA

Condenado por herir a un mosso tras la victoria del Barça

El joven hirió de un botellazo a un agente de los Mossos durante la celebración del triunfo del Barça en la final de la Champions League de mayo de 2011.

Actualizado a

Un juzgado de Barcelona ha condenado a dos años de cárcel a un joven que hirió de un botellazo a un agente de los Mossos d''Esquadra que formaba parte del dispositivo de control policial de la celebración de la victoria del FC Barcelona en la final de la Champions League de mayo de 2011.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el juzgado de lo penal número 11 de Barcelona condena a David García a un año y medio de cárcel por un delito de atentado a la autoridad y a otros seis meses de cárcel por un delito de lesiones, y además le obliga a indemnizar al agente herido con 1.050 euros.

Los hechos ocurrieron en los alrededores de la plaza de Cataluña de Barcelona hacia la una de la madrugada del 28 de mayo de 2011, poco después de que el FC Barcelona se coronara por cuarta vez campeón de Europa al derrotar al Manchester United en la final de la Champions League disputada en el estado londinense de Wembley.

Según la sentencia, el acusado lanzó botellas contra el cordón policial que estaba realizando labores de vigilancia y uno de los botellazos impactó en la cabeza de uno de los mossos, que cayó al suelo y se lesionó el hombro y la mano, lo que le tuvo 21 días de baja.

El agente herido formaba parte de un dispositivo de antidisturbios integrado por diez policías de prevención de alteraciones de orden público, que iban de paisano y se habían desplegado con motivo de la victoria del equipo azulgrana.

Según la sentencia, pese a que el agente no iba uniformado, resultaba "imposible" no saber que era un policía, ya que formaba parte de un grupo de agentes que realizaba labores de contención y se encontraba en primera línea policial, impidiendo el paso a los concentrados.

De hecho, cuando el agente recibió el botellazo formaba parte de un grupo de mossos que estaban gritando "policía" y acababan de sacar la porra extensible, por lo que el juez considera que el acusado no podía tener dudas de que se trataba de un policía.

Por este motivo, la juez condena al acusado por un delito de atentado a la autoridad, ya que "lanzar objetos contra los policías en el ejercicio de sus funciones" no sólo no demuestra "el respeto y la consideración debida al principio de la autoridad, sino más bien al contrario, demuestra desprecio y menoscabo".

Según la sentencia, sobre la identificación del acusado tampoco existen dudas, porque pese a que la víctima no le pudo reconocer, sus compañeros, que fueron los encargados de detenerle, no tuvieron dudas porque se distinguía por su camiseta blanca y porque además ya hacía tiempo que le tenían localizado porque estaba arrojando objetos a los policías.

En el fallo, la juez sostiene que "no existe dato objetivo alguno que haga dudar de la veracidad del testimonio de los agentes", ya que "gozan de la presunción de objetividad e imparcialidad", al tratarse de funcionarios públicos que desempeñan su trabajo y que no tienen "ningún interés particular" en el caso.

Además, los amigos del acusado que declararon en el juicio admitieron que habían ido con un grupo de seis compañeros a celebrar la victoria del Barça pero que David García, de quien confirmaron ante la juez que llevaba camiseta blanca, se separó de ellos.

Por el contrario, la sentencia absuelve al acusado de un delito de desórdenes públicos porque entiende que no se ha podido acreditar que su intención fuera alterar la paz pública, ya que actuó solo.