El Levante huele a octavos

Orriols se postula ya como capital europea. Por si jugar dieciseisavos no fuera bastante, ayer compró el billete octavos con una goleada ante el histórico Olympiakos que sólo una desgracía podría interrumpir. La primera parte del Levante fue perfecta. A Keylor apenas se levio, buena señal, y el 2-0 aún se quedaba corto recordando el penalti marrado por Martins a la media hora.

El nigeriano quiso un protagonismo que no le corresponde, como desmotró Barkero minutos después, infalible desde los once metros. La fiesta la comenzó Pedro Ríos con un golazo, a pase de Barkero, sentando a dos rivales con un recorte magistral y batiendo a Megyer. PedroLópez encontró una autopista en su banda y destrozó a los griegos, primero provocando la expulsión de Abdoun (lástima que Oba fallara) y luego el segundo penalti que Barke no desaprovechó.

Los dos castigos bastante rigurosos, casi inexistentes sí cabe, pero el colegiado alemán los pitó y es lo que queda. Más cómodo no podían estar los de JIM. Olympiakos puede pasearse en su Liga, pero ayer se mostró como un equipo del montón sin hacer honor a su historia. Muy blandos en defensa, sin ideas con el balón, sin presencia en elmedio campo y sin pólvora en ataque.

La mano de Michel todavía no se nota y los millones gastados para crecer en Europa tendrán que esperar almenos un año más o a una catástrofe azulgrana con mayúsculas en El Pireo. Y eso que la goleada pudo ser de escándalo. Michel trató de reestructurar su maltrecho equipo en eldescanso dando entrada a Greco y poco después a Mitroglu, pero ni aún así.

El madrileño se encontró con que le tocaba mandar y pasó lo que tenía que pasar, que así el Levante te acaba matando. Ríos avisó tres veces con centros desde la izquierda y elrun run en la grada era palpable con cada robo y salida a lacontra. Se desperezó en dos minutos Olympiakos con un larguero de Manolas y la ya clásica mano salvadora de Keylor. Pero sólo fue el preludio de lo que iba a llegar...

El colofón llegó con el tercero. Made in Levante. Robo, Barkero en profundidad y Martins, ahora sí, bate al meta con una preciosa vaselina. Se acabó lo que se daba...porque la pelotita no quiso volver a entrar en un par de ocasiones. Eso sí, el sustito del final con el palo de Djebbour, cuidado. El jueves espera un infierno, el griego, que tiene pinta de convertirse en el paraiso levantinista.