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España

Besamanos de la Selección a la Familia Real de Catar

Sesión privada de autógrafos y firmas para los descendientes del Emir. El acto tenía prioridad: Vicente del Bosque y los jugadores no fueron a la embajada de España.

Actualizado a
Vicente del Bosque en la sesión privada de firmas.
Juan Flor

Los jugadores de la Selección y el propio Del Bosque participaron ayer en un homenaje privado a la Familia Real de Catar tras el entrenamiento de España en Doha. Los internacionales no pudieron asistir a la recepción en la Embajada de España porque a la misma hora los organizadores del partido de esta noche habían preparado una sesión de autógrafos privada en el estadio de Doha para los descendientes del Emir.

El besamanos de la Selección no es para menos. Catar ha pagado más de dos millones de euros por el amistoso de esta noche. La Federación es una de las pocas empresas españolas que cotiza al alza fuera de nuestras fronteras, y el pequeño país del Golfo Pérsico (Catar tiene la extensión de Murcia y un millón y medio de habitantes) es una de las primeras potencias económicas mundiales. El Emir Hamad Bin Khalifa al-Thani es una de las mayores fortunas del mundo y a través de Catar Holding, una sociedad destinada a invertir los dineros que el emirato gana por la venta de gas y petróleo, en los últimos tiempos ha adquirido los almacenes Harrods, el festival de cine de Tribeca, que dirige Robert de Niro, la firma Valentino o el puerto deportivo de Tarragona, por poner un ejemplo de sus inversiones en nuestro país.

El jeque Al Thani, que también ha ido acumulando paquetes de acciones decisivos en la Bolsa de Londres, en Volkswagen, en los bancos Barclays y Crédit Suisse, o en la cadena de supermercados Sainsbury, no estuvo en la recepción de la Selección, pero envió a un buen número de parientes. Entre ellos a muchos jóvenes que, vestidos con las camisetas de España, aprovecharon para recoger las firmas de sus ídolos sin filas, esperas ni apreturas. Los futbolistas, muy solícitos, también se fotografiaron con ellos. Todos alabaron Catar como destino futbolístico. Negredo lo resumió bien: "Es un sitio muy bonito y muy limpio". Y probablemente el único destino, junto con China, en el que los jugadores en el ocaso de su carrera pueden ganar lo mismo o más que en su plenitud física.