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Sporting 1 - Racing 2

El Racing pone en evidencia a un Sporting en decadencia

El equipo cántabro, colista de la categoría, fue capaz de remontar en la segunda parte de un partido en el que los dos equipos ofrecieron un pobre espectáculo.

Actualizado a
Mala imagen del Sporting en El Molinón
Mala imagen del Sporting en El Molinón

El Racing de Santander, colista de Segunda División, ha puesto hoy en evidencia en El Molinón el mal momento que atraviesa el Sporting de Gijón al remontarle en la segunda parte de un partido en el que los dos equipos ofrecieron un pobre espectáculo.

Sandoval, técnico local ha vuelto a sorprender con varios cambios en la alineación inicial dando entrada desde el inicio a los jóvenes del filial Santi Jara y Guerrero que están realizando una gran temporada en el equipo de Segunda B y además cambió a Lora de lateral, devolvió la responsabilidad organizativa a Nacho Cases y dejó a Mandi y Bilic en el banquillo.

La reorganización en el equipo sportinguista buscaba romper la racha de partidos sin ganar y aprovecharse del dulce momento de dos canteranos ante un rival que llegaba como colista y muy necesitado de puntos.

Los cántabros pudieron haber cambiado el signo del partido si en el primer minuto de juego hubiesen aprovechado la clarísima oportunidad que tuvieron en un mal entendimiento entre los centrales rojiblancos que permitieron la penetración de Óscar Pérez que se plantó solo ante Cuéllar pero su disparo fue fuera.

Los primeros minutos fueron de imprecisiones y lucha por hacerse con el control del partido y los locales acabaron por llevarse la mejor parte puesto que se hizo con el dominio del balón mientras que los racinguistas buscaban sorprender al contraataque.

El Sporting aprovechaba mejor las bandas, en especial la derecha en la que Santi Jara demostró ser un auténtico extremo y superaba constantemente a su par, pero los centros no llegaban en buenas condiciones a sus compañeros y la defensa visitante solventaba como podía los ataques.

En una de esas llegadas sportinguistas fallaron los centrales en el despeje y David Rodríguez aprovecha el regalo para marcar de cabeza haciendo justicia con el dominio local hasta ese momento.

En una de sus escasos acercamientos a la portería de Cuéllar, el Rácing logra una falta al borde del área que lanzó David Ferreiro fuera.

Aunque los locales seguían con el dominio territorial no crearon nuevas ocasiones y la primera parte terminó con el 1-0 que dejaba todo abierto para la reanudación.

Los primeros minutos fueron de dominio racinguista que aumentó la presión en el centro del campo ante un Sporting que no salió con la intensidad que tuvo en la primera mitad pero el juego se desarrollaba lejos de las porterías y los locales poco a poco fueron revirtiendo la situación.

David Ferreiro, por los santanderinos, y Trejo, por los gijoneses, probaron suerte pero con disparos fáciles para los porteros mientras los minutos pasaban sin grandes sustos para los guardametas.

Sandoval, a falta de media hora para el final, hizo un cambio muy conservador al quitar el delantero centro Guerrero para dar entrada a un centrocampista defensivo como Mandi y el partido entró en unos minutos de desconcierto con constantes imprecisiones por ambas partes que creaban más peligro que las jugadas elaboradas.

Koné no acertó a resolver un sinfín de despejes y posteriormente tampoco Santi Jara pero en el primer córner que botó el Rácing en todo el partido fue rematado Bocanegra y Jairo, en posible fuera de juego, tocó ligeramente el balón para despistar a Cuéllar y establecer el empate.

El Sporting vuelve a ser víctima de sus indecisiones defensivas y de su escaso poder ofensivo que agravó apenas cinco minutos después en una pérdida de Mandi de la que se aprovechó Koné para encarar a Cuéllar y batirle por bajo.

Nuevo varapalo para un Sporting que no sólo no consigue ganar sino que pone fin a una racha de nueve partidos sin perder, sólo con dos victorias, y lo hace ante el colista que no fue mejor pero que sí supo aprovechar mejor las ocasiones que tuvo.

El equipo local fue despedido en medio de una sonora bronca y gritos de "fuera", "fuera", mientras que el medio millar de seguidores cántabros festejaban una victoria que pocos habían apostado viendo la primera parte.