El Real Madrid se pondrá a prueba ante un Granada tuneado

Más madera. Tres días después del Clásico (61 horas más tarde, para ser exactos), el Real Madrid vuelve a escena para enfrentarse a un Granada tuneado: cuatro jugadores nuevos y un entrenador de estreno, Lucas Alcaraz. Ese rearme invernal es el enésimo aliciente de un partido cargado de encantos: Varane, el último de ellos. Vayamos por partes.

En la primera aproximación utilizaremos el GPS: el Madrid se encuentra a 15 puntos del Barça y a cuatro del Atlético; al Granada le separan dos puntos del pozo (dos victorias, dos derrotas y un empate en los últimos cinco partidos). Las urgencias, como se observa, no son las mismas. Mientras el visitante defiende su honor y su racha, el local protege su cabellera.

Lo de Varane merece párrafo propio. Después de su exhibición contra el Barça, se espera que el francés sea titular a partir de hoy y hasta 2029 (tendrá 35 años, plena madurez). La intriga es cuál será el central que le hará sitio. Con Pepe lesionado, las opciones se reducen. Ramos, cumplida su sanción, podría ser su pareja, aunque no se descartan otras alternativas de futuro: el regreso de Ramos al lateral diestro (opción que incomoda al jugador) o su reubicación como mediocentro (opción soñada por el cronista). Tampoco desprecien la más retorcida de las posibilidades: que Varane sea suplente para que no se le suba el éxito a la cabeza. Ya saben: hay quien piensa que la felicidad perjudica seriamente la salud.

En la portería también hay suspense. Diego López es el principal candidato, pero la participación de Adán es la última oportunidad de Mou para dar sentido a sus argumentos en favor del joven canterano y en contra de Casillas.

El reto de Alcaraz, fichado el 30 de enero y recién llegado del Aris griego (cuatro empates, una derrota y una victoria), será suplir con motivación la falta de entrenamientos. Nolito, Recio, Buonanotte y Aranda (ya debutó ante el Sevilla) están a su disposición; también Siqueira, recuperado de una contractura.

En el Madrid, por último, volverá Higuaín a la punta y será baja Özil (sanción), única ausencia reseñable de un partido que tiene de todo y tuneado.