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Sevilla-Zaragoza

El Sevilla arrolla a un Zaragoza en inferioridad y es semifinalista

Los de Emery aprovecharon la temprana roja a Fernández y golearon con tantos de Negredo (2), Rakitic y Del Moral. Atlético o Betis, el rival

Actualizado a
Negredo (dos goles) felicita a Rakitic, autor del 2-0
Negredo (dos goles) felicita a Rakitic, autor del 2-0CRISTINA QUICLERAFP

El primer semifinalista de la Copa del Rey es el Sevilla, que goleó sin mucha oposición a un Zaragoza con los brazos bajados. Los de Emery dieron buena cuenta de los aragoneses, mermados física (por las bajas) y mentalmente (por la Liga) y que tuvo que jugar más de una hora con un jugador menos tras la roja que vio Fernández antes de la media hora. Ahí empezó a morir la eliminatoria para los de Jiménez, que en el cuarto de hora que separó esa acción del descanso perdió a Álamo por lesión (puede que grave) y encajó dos goles (Negredo y Rakitic) en forma de sentencia definitiva. Lo tuvo relativamente fácil Emery en su puesta de largo en Nervión, que se llevó la segunda gran alegría de la temporada: su equipo se ha metido por sexta vez en la última década en las semifinales dela Copa. Del Betis-Atlético saldrá su rival.

Y eso que empezó valiente el Zaragoza, pese a que a Jiménez dio a entender con su alineación que la Liga era lo importante. Asfixiaba al centro del campo sevilista con una buena presión a cargo de José Mari, Fran González y las ayudas de Zuculini y Víctor Rodríguez. Y tanto apretó que merodeó con peligro el área de Diego López tres veces en los primeros diez minutos. No se encontraba a gusto Rakitic, tampoco Reyes. Así que Kondogbia y Medel copiaron al rival y empezaron a morder. Así llegaron dos ocasiones casi consecutivas de Negredo, tras dos magníficas asistencias de Reyes y Rakitic. Pero careció de chispa el vallecano. Y así, poco a poco, el Sevilla trataba de dominar a un Zaragoza que le incomodaba demasiado... hasta que llegó la primera jugada clave: Reyes se disponía a controlar un balón dividido para iniciar una contra y Fernández entró con el pie muy levantado; intentó rectificar el zaragocista, pero encogió la pierna demasiado tarde e impactó con la rodilla en el estómago del utrerano. A la calle y una hora de partido por delante. Acto seguido, para colmo de males aragoneses, Álamo se retorció la rodilla derecha en una pugna con Fazio y tuvo que ser sustituido. La segunda acción clave llegó muy poco después: Navas forzó un córner que sacó Rakitic y Negredo remató de cabeza a gol. Imposible para Leo Franco. En diez minutos todo había cambiado bruscamente.

El viento le sopló esta vez de cara al Sevilla, que no estaba jugando bien. Pero se aprovechó de la torpeza de Fernández y de la reactivación de Negredo, que a la tercera sí acabó con su racha de casi 600 minutos sin marcar (no lo hacía desde el 12 de diciembre). A partir de ahí, con el circo lleno de enanos, al Zaragoza le costó un mundo llegar a la otra orilla, bastante tenía con intentar controlar las acometidas del Sevilla de Emery, mucho más ordenado y directo que el de Míchel. Ante un rival con diez, Kondogbia se creció en el centro del campo y Reyes empezó a entonarse. La presión del Zaragoza decayó en intensidad y se trasladó varios metros hacia su área. Pese a ello, cuando todos pensaban en el descanso, Rakitic decidió echar el resto en una cabalgada por la izquierda que le llevó hasta un mano a mano con Leo Franco, al que batió por arriba. Ahí murió la primera mitad... y la eliminatoria.

Difícil plan se le presentaba a Jiménez, que daba ya el pulso por perdido: quitó a Víctor Rodríguez con miras al importantísimo choque de este fin de semana ante el Espanyol. Ortí ni la olía arriba, era misión imposible cazar alguna. La hoja de ruta a seguir por el Sevilla estaba clara: prohibida la relajación, ni un regalo atrás y lanzar ataques rápidos en busca del tercero. Lo hizo Negredo, por la escuadra, de penalti. Pero el tanto fue mérito de Cicinho, cuyo eslalom hartó a Fran González, que le derribó sin miramientos en el área y dejó a su equipo con nueve. Un suplicio de 30 minutos para el Zaragoza: 3-0 abajo y con nueve. Bajo esos parámetros murió el partido, aunque antes Manu marcó el cuarto. Y eso es noticia, pues el jiennense está gafado esta temporada, donde no ha rendido absolutamente nada. Así finiquitó el Sevilla la eliminatoria de cuartos, que le ha colocado a las puertas de una nueva final dela Copa del Rey. La última la tendrá que abrir ante el Atlético... o el Betis en un derbi que sería de infarto, pero precioso.