Abidal capitaneó la reacción

Se presumía una tarde con aplausos y alegría en el campo principal de la Ciutat Esportiva. El regreso de Eric Abidal estaba llamado a ser la gran noticia de la tarde, justo el día en el que el departamento de comunicación, con permiso de los técnicos, había anunciado que iba a ser a puerta abierta. El francés había recibido el martes por la tarde permiso médico para volver a ejercitarse con el grupo, después de haber sufrido un trasplante de hígado el pasado mes de abril, pero muy pocos, finalmente, fueron los elegidos para poder presenciar ese especial momento.

Oficialmente, la plantilla no supo nada hasta pasados unos minutos de las cinco de la tarde. Encerrados en el vestuario y con Rosell, Zubizarreta y Bartomeu (vicepresidente deportivo) presentes, fue Tito Vilanova el que expresó a los jugadores todo lo que estaba pasando y cómo iría el proceso de recuperación. Luego, desde el campo primero y posteriormente desde su despacho, atendió a la evolución de los ejercicios, aunque sin intervenir.

Los primeros en llegar a Sant Joan Despí fueron Messi y Puyol. Apenas se les pudo ver, pero las imágenes de sus rostros transmitían cierta necesidad por conocer de primera mano algún detalle que calmase los interrogantes. Con el paso de los minutos, el desfile de coches fue constante hasta completar todas las plazas del párking. Se entendía la preocupación, más que nada por el silencio promovido por el club a la espera de que se celebrase la reunión entre la plantilla y el entrenador. La versión oficial habla de que acudieron a la cita sin tener ni idea de lo que sucedía, pero ningún futbolista se perdió detalle alguno de lo que se decía en los medios.