Karim Benzema: "¿La Liga? No hemos dicho la última palabra"

¿Qué significó para usted haber ganado la pasada Liga?

¡Muchísimo! He sido campeón de la mejor Liga del mundo, en el país donde se juega el fútbol más bonito y el país del campeón del mundo. Ganar un gran título con el Madrid al final de mi tercera temporada fue muy importante para mí. Fue como una consagración. Desde niño soñé con jugar en el Madrid y ganar títulos, ¡y espero que la historia continúe!

Ganó la Copa en 2011, la Liga en 2012, ¿caerá la Champions en 2013?

Estoy en el Madrid para ganarlo todo. La Champions incluida. Aquí todos queremos la Décima y formar parte del equipo que la gane. Si lo logramos, habremos hecho historia en el club. Es un objetivo real. No me iré del Madrid sin ganarla.

Usted ya ha superado a Papin y Trezeguet como goleadores franceses de la Champions. Lleva 29 en 48 partidos. Ahora, entre galos, usted sólo tiene a Henry por delante (50 goles). ¿Cómo explica su alta efectividad en esta competición?

De pequeño, encendía la tele, escuchaba la música de la Champions y me motivaba. No digo que la Liga no sea importante, pero la Champions es algo más allá para mí. Hasta contra el colista de la fase de grupos el Bernabéu se llena. En el Madrid hay un vínculo especial con este trofeo, ha ganado nueve títulos, el récord. Hay una exigencia total.

¿Tiene el récord de Henry como objetivo?

No es algo que tenga en la cabeza. Mi meta es mejorar cada temporada. Si bato récords, genial. Pero no me obsesiona. Lo importante es que mi equipo gane. Estoy aquí para eso, no para pensar en mí mismo.

¿En qué ha cambiado el Benzema del Lyon al del Madrid?

¡Hay mucho recorrido en mitad! He mejorado sobre todo en consistencia, en esforzarme a lo largo de toda la temporada. Sigo teniendo margen de mejora. No he llegado a mi tope. Aún debo mejorar en cómo gestiono mis minutos en los partidos.

Dice que disfruta igual asistiendo que marcando...

Me aporta la misma felicidad. Sobre todo cuando es un pase bueno. La calidad de un jugador se mide también por su ayuda a la hora de asistir a los demás. Un delantero no tiene por qué ser egoísta.

¿Cómo evalúa su presente temporada?

He tenido que aletear un poco. Ha sido un arranque mucho menos prolífico que el del año pasado. Pero creo que todo está mejorando. Marco menos goles, pero sigo dando pases de gol. ¿La Liga? Espero darle caza al Barça. Será duro, pero no hemos dicho la última palabra.

Estuvo entre los 23 nominados al Balón de Oro

Es como ser elegido uno de los 23 mejores del mundo y, en ese sentido, es una satisfacción. Pero me queda mucho trabajo por delante para poder llegar a ser uno de los tres finalistas y, ojalá, ganarlo algún día.

¿Sigue siendo su sueño?

Todos los jugadores piensan en ello. Mi objetivo es irme acercando más y más con el paso de las temporadas.

Los finalistas son Cristiano, Messi e Iniesta.

¡Todos con Cristiano! Con seis jugadores en la lista de 23, el Madrid fue el club más representado.

El último francés en ganarlo fue Zidane, en 1998. ¿Qué representa para usted?

Es como un hermano mayor, alguien por el que siento mucho respeto. Siento que me respalda. Me hace bien tenerle cerca. Pero nunca hablamos de fútbol, sólo de cosas de la vida.

¿Qué consejos le da?

Que sea yo mismo, que juegue como sé. Es como yo, alguien que no se agobia.

¿Le gustaría tenerle como entrenador algún día?

Sin duda, ya lo hablamos.

¿Y como seleccionador?

Si él quiere, ¿por qué no?

¿Le atrae el proyecto del Paris Saint-Germain?

No lo pienso. Estoy muy a gusto en el Madrid, es el más grande del mundo. Nuestra aventura no ha acabado. Si el presidente me propone prolongar mi contrato, firmo directamente.

Votó a Abidal como mejor francés de 2012 pero apenas jugó. ¿Por qué lo hizo?

Es una manera de hacerle un homenaje a él y a su valentía. Éric está ganando el más bonito de los partidos, el más importante para él: la lucha contra su enfermedad. Le dedico este trofeo porque nos ha dado una gran lección. Es una gran persona.

¿Qué relación tiene con él?

Éric siempre ha estado ahí para mí. Nos llamamos a menudo. Cuando llegué al primer equipo del Lyon, me acogió bajo su ala. Era su niño protegido. Da igual que esté en el Barça y yo en el Madrid, soy como su hermano pequeño.