Una rivalidad que es eterna

La Copa fue protagonista esta semana, especialmente para el Celta, que abrió una herida muy dolorosa en el Real Madrid tras una victoria épica. Fue precisamente ese torneo el que generó una rivalidad que perdurará para siempre entre celestes y béticos. Bjeliça eliminó a los gallegos en el 97 con un gol de dudosa honorabilidad, tras aprovechar la pausa viguesa, que esperaba que su rival devolviera el cuero después de que ellos echaran el balón fuera para que se atendiera a un jugador lesionado. Ahí se inició una guerra abierta entre ambos clubes que aún perdura quince años después.

Para darle más salsa si cabe a un choque siempre caliente, la portería del Celta estará defendida por un jugador cedido por el Sevilla. Javi Varas será la única novedad en el once con respecto a la alineación del pasado miércoles. Los otros diez serán los héroes de la Copa. La resaca sigue presente y la euforia puede ser un arma de doble filo. En el bando andaluz la moral también está por las nubes tras superar con una entereza incontestable el batacazo del derbi. Los de Mel vencieron a Real Madrid y Depor y plantaron cara al Barça. Están en un gran momento de forma y en Heliópolis ya sueñan con jugar la Champions.

Estilos parecidos. A pesar de las muchas diferencias que mantienen, Celta y Betis tienen más cosas en común de las que piensan. Para empezar su estilo de juego. Los dos apuestan por el fútbol de ataque y no les importa correr riesgos en persecución de la victoria. Su máxima es: quien no arriesga, no gana.

Los dos se encuentran muy cómodos con el balón, aunque también saben vivir a la contra. Sus cabalgadas son vertiginosas y, normalmente, mortales para los rivales. Mel apostará por tener el esférico esta noche. Para ello confiará en su cerebro Beñat, quien estará escoltado por Cañas y Salva Sevilla. La magia también tendrá hoy un capítulo aparte. Iago Aspas y Vadillo son dos jugadores únicos, capaces de todo. El duelo está servido.

Borja Oubiña y Rubén Castro están entre algodones y son duda

La incertidumbre estará presente durante toda la jornada de hoy para Celta y Betis. Los vigueses vivirán pendientes de su capitán hasta última hora. Borja Oubiña sufrió una elongación en su adductor izquierdo en el entrenamiento del pasado sábado y deberá probarse antes del encuentro para saber si está en condiciones. Por su parte, Pepe Mel esperará hasta el final para poder contar con su máximo goleador, Rubén Castro, quien llega a Vigo entre algodones tras lesionarse durante el partido de Copa disputado el pasado jueves en Las Palmas.