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Final Copa Sudamericana

Tigre denunció agresiones y se retiró de la final en el descanso

El árbitro, tras esperar media hora sobre el campo junto a los jugadores locales, dio por finalizado el partido por incomparecencia de uno de los equipos.

Actualizado a
El árbitro Osses dio la final terminada cuando tras el descanso los jugadores de Tigre se negaron a jugar la segunda parte.

Una barbarie. Una locura. Una final transformada en pesadilla. La vuelta de la Copa Sudamericana entre San Paulo y Tigre terminó con un violento escándalo en el Morumbí. Y aunque la Conmebol le dio el trofeo al equipo paulista ante la negativa del conjunto argentino de disputar el segundo tiempo, la onda expansiva de los incidentes podría seguir en el marco legal y hasta en la FIFA.

Todo comenzó al final del primer tiempo. Tras el 0-0 de la Bombonera, el San Paulo ganaba 2-0 con goles de Lucas y Osvaldo. Sin embargo, en el descanso, detonó una guerra. Una batalla que perjudicó al visitante, que fue apaleado por los guardias de seguridad del club brasileño. Una emboscada que cambió el sentido de la noche. "Cuando terminó el primer tiempo y bajamos al vestuario, nos estaban esperando 15 personas para cagarnos a palos. Nos tiraron con bancos, con bastones de la Policía. A Albil le pegaron con la culata de un revólver en el pecho. Yo terminé con el brazo cosido por un corte...", le relató a AS Martín Galmarini. El más gráfico fue el técnico Néstor Gorosito: "Sacaron un revólver, son unos cagones. Nos emboscaron. Nos rompieron todos los vidrios del autocar, no nos dejaron hacer el calentamiento en el campo de juego, y encima después nos pegaron".

En ese contexto fue cuando Tigre decidió no salir a disputar el segundo tiempo del partido.En medio del nerviosismo y de la violencia, la sorpresa fue mayúscula cuando el árbitro chileno Enrique Osses decidió no suspender el choque: pitó el final y se lo dio por ganado al Sao Paulo. Insólito e inesperado. "Ellos vinieron a pegar, no a jugar al fútbol", relató Rogerio Ceni. "No tienen educación, son cobardes", acusó Ney Franco, técnico del San Paulo. "Festejamos doble: nuestra victoria y la fuga de los argentinos", se burló Juvenal Juvencio, presidente del club paulista.

¿Y ahora? Tigre hizo la denuncia en Brasil y ya dejó claro que impugnará la final. Pero en este caso, la víctima podría ser el más perjudicado: la Conmebol pretende sancionar al club argentino por no haber disputado los segundos 45 minutos del partido. El reino al revés...