Valverde se lanza a por el segundo asalto al Sadar

El primer asalto entre Valverde y Mendilibar cayó para el primero, fue una victoria a los puntos en la Liga, un bagaje suficiente para que el extremeño intente el más difícil todavía: ganar dos veces en Pamplona en una misma temporada, algo sólo al alcance de Benítez (2003-04). Es verdad que el Valencia conoce la fórmula para derrocar a Osasuna, el 'Txingurri' se conoce tan bien el librillo de su compañero de aventuras en el Sestao y en Lezama que parece extraño que le pueda sorprender en algo, pero si la victoria ché está o no en el alambre lo dirimirá si los jugadores que salten hoy a El Sadar lo hacen con los valores de solidaridad, intensidad, presión, velocidad y verticalidad que pusieron en práctica los Albelda y cía. El fondo de armario se examina y deben mostrarle al nuevo capataz que están en la trinchera para cuando se les necesite.

Ambos deberán luchar con el frío y la 'desilusión' porque los inventos de sortear las rondas de la Copa y saber los cruces hasta la final, a modo de un torneo de tenis, le restan pasión a los equipos que no son Real Madrid y Barcelona, y uno de los dos tendrá el mal trago de encontrase, a priori, a los de Mou en cuartos y a los de Tito en semis. La zona del cuadro de la 'muerte'.

Es verdad que la Copa es una competición bonita, con un olor al fútbol de antaño, pero al Valencia lo que le hace mantener su estatus es clasificarse para la Champions y todo pasa por escalar puestos en la Liga y no dejarse las fuerzas en otros menesteres. Eliminar a Osasuna y acceder a esos cuartos o semis es un gran premio por las taquillas de Mestalla, pero el Madrid y el Barça desgastan mucho y en febrero esperan los octavos de Champions. En la vida todo es cuestión de prioridades.