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VALLADOLID-REAL MADRID

García Navajas: de Madrid a Pucela con un amargo recuerdo

En el viejo estadio José Zorrilla, empezó a escribirse la desafortunada historia del Madrid de los García Remón, García Navajas, García Hernández, García Cortés y Pérez García.

Actualizado a
VIEJOS TIEMPOS. García Navajas militó en el Madrid y el Valladolid.
Macario Muñoz

En el viejo estadio José Zorrilla en abril de 1981, empezó a escribirse la desafortunada historia de los Madrid de los García. Los García Remón, García Navajas, García Hernández, García Cortés y Pérez García se jugaban el título en el último partido de Liga en el estadio del Valladolid. Los de Boskov debían ganar y la Real perder en Gijón. El Madrid ganó 1-3, con doblete de Santillana y tanto de Stielike, y los blancos celebraron el título de Liga durante un minuto.

Pes Pérez pitó el final del partido y Juanito se arrodillaba en el centro del campo, mientras que todos sus compañeros daban saltos de alegría por el césped porque pensaban que habían ganado la Liga. García Navajas (Linares, 1958), que coincidió con Juanito en el Burgos y en el Real Madrid y que militó luego en el Valladolid, recuerda aquella situación: "El señor del marcador iba poniendo el resultado de Gijón. Nosotros lo mirábamos durante todo el partido y al final vimos que el Sporting ganó 2-1. Pero la celebración se vino abajo cuando llegamos al foso de vestuarios y nos enteramos por la radio del gol de Zamora en el minuto 89. Fue un jarro de agua fría. Un mes después nos eliminaron en cuartos de final de la Copa y el Liverpool nos ganó la final de la Copa de Europa en el Parque de los Príncipes. De haber ganado esos títulos, la quinta de los García, como la llamáis vosotros, hubiera durado mucho más".

García Navajas sólo duró una temporada más en el equipo blanco y luego se marchó al Valladolid (1982-83). Aquella joven generación se disolvió. "La presión en el Madrid es muy grande. El Madrid vive de títulos", recuerda García Navajas. En el Valladolid, nada más llegar, todos le recordaban aquella fatídica Liga. "Por la calle, los compañeros... Todos nos recordaban esa Liga que celebramos durante unos segundos. Aquello fue un palo y el escudo del Madrid pesa mucho. Pero en Valladolid también fui feliz y hasta ganamos el invento ese de la Copa de la Liga. Jugué cinco temporadas en Pucela, pero por suerte fue en el nuevo Zorrilla".

El viejo Zorrilla, el del fatídico recuerdo, desapareció una temporada después del gol de Zamora. Aunque el nuevo estadio tampoco le recibió con una calurosa bienvenida: "En Burgos no he pasado tanto frío como en Valladolid. En el nuevo campo hace más frío que el antiguo. Por mucho que lleves ropa de abrigo, leotardos, guantes, gorro y de todo, pasas mucho frío".