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Atlético de Madrid

Colombia decide celebrar el 2012 como 'el año del Tigre'

En este documental, en el que intervienen Juanfran, Miranda, Simeone, Arda e incluso su agente Jorge Mendes, Falcao abre las puertas de su casa y su vida cotidiana en Madrid.

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FELIZ. Falcao, en el entrenamiento de ayer en el Cerro del Espino.
Pepe Andrés

Uno de los acontecimientos más grandes para Colombia en 2012 fue la erupción de Falcao hasta lo más alto del fútbol. Para cubrir este fenómeno, el canal RCN envió a los reporteros Juan Felipe Cadavid y Andrea Guerrero para descubrir el lado más íntimo del delantero, y éste les dio todas las facilidades. El resultado es el mejor relato sobre el astro hasta la fecha: El año del Tigre. Acerca del título del especial, Falcao reconoce que vive un momento dulce: "Este es el mejor año de mi carrera, pero trabajo para que vengan muchos mejores".

En este documental, en el que intervienen Juanfran, Miranda, Simeone, Arda e incluso su agente Jorge Mendes, Falcao abre las puertas de su casa y su vida cotidiana en Madrid. Entre varias anécdotas, el delantero empieza confesando que gasta entre 10 y 12 pares de botas de fútbol cada tres meses y que a veces escucha música reggaeton, pero únicamente en el vestuario. Resalta a la afición atlética: "Son muy especiales e intensos, los más parecidos a los de Sudamérica. Me impresiona el cariño que me tienen". Y tampoco olvida sus dos títulos ganados con la elástica rojiblanca: "Lo más emocionante fue coincidir después de la final de Bucarest con hinchas del club de entre 70 y 80 años de edad, que con todo lo que han vivido, me agradecían por lo que he aportado al club".

Sobre sus compañeros, confiesa que "Adrián me tiene respeto y eso me causa vergüenza", "Arda es un personaje muy querido, un símbolo", mientras que "Juanfran me ha sorprendido mucho".

De recogepelotas, Simeone le negó la camiseta

La vida da muchas vueltas y Falcao relata una anécdota que lo demuestra. En 2001, recién fichado por River Plate, con 14 años, se avecina un Argentina-Brasil en el estadio Monumental y el pequeño Tigre habla con un empleado del club para hacer de recogepelotas: "Me dijeron que era imposible, pero logré la última plaza, detrás de la portería. Entré al vestuario y ahí estaban Batistuta, Crespo, Ortega, Aimar, y yo, con la boca abierta... Luego entró Pékerman (actual seleccionador de Colombia) y me saludó con algo de indiferencia". Lo curioso sucedió después del partido: "Mientras celebraba Argentina la victoria (2-1), Simeone pasó a mi lado y le pedí su camiseta. Y el me dijo: 'Sal, pibe'. Aquí en el Atleti, él me la pidió a mí".