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LILLE 0 - VALENCIA 1

El solitario gol del brasileño Jonas vale un millón de euros

Con Voro en el banquillo, el equipo de Ernesto Valverde se lleva el triunfo en Lille, pero termina segundo de grupo. El brasileño Jonas hizo el únco tanto.

LilleActualizado a
El jugador del Valencia, Jonas, celebra con sus compañeros de equipo el gol de penalti conseguido ante el Lille , durante el partido del grupo F de la Liga de Campeones disputado en el estadio Lille Metropole Grand Stade de Lille, Francia.
El jugador del Valencia, Jonas, celebra con sus compañeros de equipo el gol de penalti conseguido ante el Lille , durante el partido del grupo F de la Liga de Campeones disputado en el estadio Lille Metropole Grand Stade de Lille, Francia.YOAN VALATEFE

El Bayern de Munich no ha fallado y el Valencia pasa como segundo de grupo. Eso sí, lo hace sumando su cuarta victoria en esa fase de grupos y haciendo caja. Un millón de euros ha ingresado el club de Mestalla esta noche gracias al solitario gol de Jonas y a un final de partido de pura inspiración de Vicente Guaita. Ernesto Valverde toma mañana las riendas del equipo y siempre es mejor hacerlo con el sabor de una victoria que tras la amargura de las dos últimas derrotas en Liga. Aunque faena tiene el extremeño, mucha.

El partido comenzó transmitiendo los jugadores más frío que el que hacía en la grada, y ya es decir. Entre que unos, los franceses, nada se jugaban y los otros, los blanquinegros, viven como en estado ‘shock’, lo único que pasaba en Lille eran los minutos. Ni tan siquiera valía la pena quedarse con aspectos tácticos o detalles estratégicos, porque como saben hay jefe nuevo en la oficina del Valencia y éste, Ernesto Valverde, toma las riendas de veras desde hoy. Voro ha consensuado a mediodía con el técnico extremeño la alineación y poco más. Los cambios o retoques, a partir de mañana, y bien sabe la afición de Mestalla que milagros a Lourdes, que los jugadores son los mismos y en dos días poco se les puede cambiar.

Hasta el minuto 23 nada pasó, al menos lo suficientemente digno como para sacar las manos de los bolsillos y sentir el helor en la yema de los dedos para escribirlo. Y tampoco se piensen ustedes que fue la bomba. Remate de Marko Basa tras saque de falta desde la banda que se marchó fuera. Pero al menos sí animó a unos y otros a mirar más hacia Elana y Guaita. Un minuto después Jonas probaba fortuna desde lejos en el primer disparo –al menos con intención- de los pupilos de Voro. Y tal acción también tuvo respuesta. Rodelin le robó la cartera a Tino Costa y desde el vértice del área trató sin éxito de cruzársela a Guaita.Digamos que tal ‘truco’ y ‘retruco’ de ocasiones (aunque fueran tímidas) llevó a los presentes a recordar que lo que veían era un partido Champions y por momentos el público se metió también en el partido.

Fue en una acción suelta como casi todas las de la primera mitad cuando llegó el primer gol del Valencia. Jonas se interna en el área y Basa le agarra, más bien le bloquea, y el árbitro macedonio ni lo dudó. Penalti y gol del brasileño (minuto 35). Se produjo entonces una de las anécdotas de la noche. Los aficionados del Valencia que han estado presentes en el Grand Stade Lille Metropole, pocos todo sea dicho, unos treinta, comenzaron a cantar -con gracia lógicamente- “Voro quédate, Voro quédate”. En verdad su trayectoria en el banquillo del Valencia en las dos etapas en las que le ha tocado ser interino (2008 tras Koeman, 2012 tras Pellegrino) es inmaculada. Siete partidos, seis victorias.

La segunda mitad empezó con algo más de chispa que la primera. Al menos por parte del bando local. En la grada se palpaba cierto plebiscito hacia los suyos (dista de ser aquel equipo que se proclamó campeón de Francia hace dos años) y los de Rudi García entendieron que tenían que mostrar algo de vergüenza torera y pelear por tratar de remontar. Y la salida de Marvin Martin ayudó a ello. Ese empuje de los franceses coincidió en tiempo con el anuncio por el videomarcador del segundo gol del Bayern. Dicho de otra manera, el Valencia ya sí que nada tenía que hacer en Lille nada más que ducharse rápido para tomar el avión. En esos compases Rodelin y Bruno tuvieron el gol del empate en la misma jugada. Corría el minuto 58 pero el disparo del interior se topó con Guaita y en el rechace el delantero le pegó al muñeco.

Visto como estaba la velada, Voro empezó a mover el banquillo pensando en lo que le viene el sábado a Valverde. Y el primero en tener descanso, un futbolista que no tiene recambio natural: Feghouli. La verdad es que la titularidad del franco-argelino es una de las pocas cosas que ha sorprendido de la alineación. La suya y quizás también a de Guardado. El segundo en marcharse hacia el banquillo fue David Albelda. Su lugar lo ocupó un Fernando Gago cuyo caso (por aquello que le dijo a Llorente de que se quería marchar) se perfila como uno de los temas candentes de Valverde.

La entrada del argentino se produjo un minuto después de que el Valencia hiciera su primer disparo a portería desde el gol de Jonas. Lanzamiento obra también del brasileño. Desde la frontal, rozando el palo (minuto 73). Quizás lo más significativo para la libreta de Valverde ha acontecido en los últimos minutos. Víctor Ruiz fue sustituido (aparentemente ha pedido el cambio) y sin defensas en el banquillo, Cissokho actuó de central (como venía entrenando con Pellegrino) y Guardado, al lateral izquierdo.

El partido ha terminado con el Valencia defendiendo su escueta ventaja y el Lille ladrando más que mordiendo. Realmente entre Guaita y el travesaño dejaron el marcador como estaba. Dos grandes intervecciones del meta a disparo de Rodelín (minuto 83) y Roux (minuto 87) y un disparo de Payet que repelió el palo han privado a los de Rudi García de sumar un punto y al Valencia le han permitido hacer caja, un millón de euros para ser exactos (500.000 menos si le hubieran empatado, que se dice pronto).

Realmente Guaita sólo ha tenido una parada de mérito, a disparo de Basa (minuto 83). Tres después Payet dispuso de la mejor ocasión del Lille. Su lanzamiento lo repelió el travesaño, el cual Manuel Llorente debería ‘adoptarlo’ para Mestalla. A fin de cuentas ese palo le ha dado al Valencia 500.000 euros (en concreto un millón ingresa por la victoria).