Deportivo - Betis
Rubén Castro amenaza Riazor
Rubén Castro regresa vestido de verdiblanco, y triunfando. Pepe Mel sí cree en él y entre la pasada temporada y lo que va de ésta suma 44 partidos de Liga y 22 goles, casi nada.
En enero del año 2002 Rubén Castro se enfrentó por última vez al Depor. Fue vistiendo la camiseta de Las Palmas, desde donde aterrizaría en A Coruña en 2004 para vivir seis temporadas con las maletas hechas. Irureta, Caparrós y Lotina no contaron con él, y el delantero canario fue dejando sus goles por Albacete, Racing, Nàstic, Huesca y Rayo. Mientras, su etapa de blanquiazul dejaba un pírrico balance: 31 partidos de Liga, cuatro goles.
Ahora Rubén Castro regresa vestido de verdiblanco, y triunfando. Pepe Mel sí cree en él y entre la pasada temporada y lo que va de ésta suma 44 partidos de Liga y 22 goles (a los que hay que añadir 27 tantos en Segunda), casi nada. Llámenlo venganza o ganas de demostrar la injusticia cometida con él en A Coruña, lo cierto es que hoy la amenaza para Riazor lleva nombre y apellido.
Objetivos distantes. Por si el orgullo herido de Rubén no tuviese suficientes motivos de satisfacción, el Betis llega a Riazor con la meta de pisar Champions después del subidón ante el Real Madrid. Por contra, el Deportivo necesita los tres puntos para salir del descenso. Caminos opuestos, como la carrera del delantero canario de blanquiazul.
Vendettas al margen, Mel tendrá que reconstruir su banda izquierda por las bajas de Álex y Juan Carlos con Nacho y Campbell. Oltra, por su parte, recupera al sancionado Aranzubía con la idea de mantener la solidez de los dos últimos encuentros de Liga y Copa. El meta será la única novedad en un partido que se presenta apasionante por el exitoso descaro de los béticos y el gusto por el balón de los coruñeses con otro canario con galones de genio: Valerón.